El Real Valladolid tiene una nueva final y esta vez ante un rival directo, el Elche. Además, llega la fase decisiva de la categoría y encuentros como este pueden ser determinantes para lograr la permanencia en La Liga Santander. Ambos conjuntos cosechan dos derrotas consecutivas, los blanquivioletas ante FC Barcelona y Granada, mientras que los ilicitanos frente a dos rivales cómo Osasuna y Huesca. La zona peligrosa de la tabla está que arde con nueve equipos peleando por mantenerse en Primera División y cada partido es una oportunidad para alejarse de ella.

Esperanzas puestas en la salvación

Tras la última dolorosa derrota de los de Sergio González contra el Granada existe un ambiente de inseguridad por parte de los aficionados del Real Valladolid que ven muy difícil la permanencia. Sin embargo, el conjunto blanquivioleta tendrá que afrontar las ocho jornadas que le quedan con la mayor de las esperanzas, este año ha sido atípico donde el coronavirus y las lesiones se han cebado con el equipo, que ha llegado a acumular hasta 12 bajas. Por ello, hay motivos para creer en este proyecto, una de las claves del estilo de juego del técnico catalán era la continuidad defensiva, tarea imposible esta temporada, aunque a pesar de los errores han demostrado ser un bloque.

Otro motivo para confiar es la vuelta de la pareja de moda en Valladolid, Marcos André y Weissman, que a principio de temporada ilusionó y mucho. Asimismo, demostraron que se entendían a la perfección y que tenían el gol que tanto hacía falta a este conjunto. Porque los de Ronaldo han tenido ocasiones para ganar encuentros, pero no se han podido materializar por falta de efectividad de cara a portería y errores defensivos en los minutos finales, corrigiendo esos fallos y con la puntería de ambos futbolistas recuperarían el nivel para permanecer en la categoría de oro. 

No obstante, no todo es de color de rosa, y menos si de conseguir la salvación se refiere. La permanencia está muy cara esta temporada, y el conjunto pucelano es uno de los principales candidatos para bajar de división. Si es cierto que todas las opciones están abiertas hasta el miércoles, los blanquivioletas están obligados a hacerse con la victoria para no posicionarse en la zona de descenso, ya que el Alavés ha salido tras ganar al Huesca.

¿Posible lavado de cara?

En el hipotético caso de no levantar cabeza, desde el club deberían llevarse a cabo una serie de cambios con el fin de permanecer ‘in extremis’ en la máxima categoría. El primero de ellos y más importante, un replanteamiento en la dirección técnica de la plantilla. Sergio González ha sido clave para el Real Valladolid en el ascenso y estabilidad en Primera, llegando a salvarse con tres jornadas de margen en la campaña anterior. Pero se ha visto durante el presente curso que la pizarrita del entrenador catalán ha quedado desfasada con respecto al resto de rivales, los detalles que una vez funcionaron no han vuelto a salir. Por ello, un lavado de cara en el conjunto blanquivioleta podría ser una solución a corto plazo para cumplir con el objetivo.

En clave jugadores, los futbolistas del Pucela tienen que dar un golpe sobre la mesa y explotar el máximo de su rendimiento. Superar la barrera de las lesiones es clave para contar con todos los efectivos posibles en la recta final de la competición liguera, en especial para recuperar solidez en el centro de la zaga. Con las ventanas de fichajes lógicamente cerradas, no hay muchas más posibilidades para mejorar la profundidad de la plantilla, por lo que el once tipo de Sergio González debe tomar el papel de protagonista y cargar con el esfuerzo en los próximos encuentros.

Pero no hay que adelantar acontecimientos. El Real Valladolid disputará dos finales esta semana con la mirada puesta en las posiciones de permanencia. Si es cierto que no es el mejor año de los blanquivioletas a nivel futbolístico, la confianza y la unión es plena dentro del vestuario. La afición pucelana mantiene la esperanza en el equipo, en la continuidad en la máxima categoría del fútbol español.