Jan Oblak es, en la actualidad, el mejor portero del mundo debido a que puede cambiar el rumbo de un partido con sus paradas, es una de las piezas fundamentales del Atlético de Madrid y sobre todo, es uno de los líderes del vestuario, quien sabe que decir y hacer para animar al equipo en los momentos más difíciles, razón por la cual, no es de extrañar que el día sábado cumpliera 225 partidos vistiendo la camiseta rojiblanca, convirtiéndose en el tercer jugador extranjero con más partidos de la historia del Atleti, superando a Perea y solo por detrás de grandes leyendas como Filipe Luis y Diego Godín.
Jan Oblak llegó al Atlético de Madrid el 16 de julio de 2014 procedente del Benfica, debutando con el primer equipo dos meses después, en la primera jornada de la Champions League, sin embargo, tras ese partido, Oblak fue relegado al banquillo, siendo suplente de Miguel Ángel Moyá, no obstante, todo cambió el 17 de marzo de 2015, en un duelo entre el Atlético de Madrid y el Bayer Leverkusen por los octavos de final de la Liga de Campeones, partido que se convertiría en la primera noche mágica del esloveno en el Atleti.
En aquel encuentro Moyá fue titular, pero tuvo que ser sustituido al minuto 23 debido una lesión, por lo cual, Simeone le dio la oportunidad a Oblak y él no falló. En dicho duelo Oblak fue el responsable de que el Atlético accediera a los cuartos de final tras ser el jugador decisivo en la tanda de penaltis, deteniendo uno y solo encajando dos, razón por la cual, desde esa noche el esloveno se ganó la titularidad y poco a poco se fue convirtiendo en el muro que hoy en día es.
Tras esa gran noche llegaron muchas más, siendo la más reciente y la que se mantiene en la retina de todos los rojiblancos la vivida en Anfield, no sólo porque fue la última gran noche en la cual el Atlético disputó un partido con público sino porque Jan Oblak volvió a deslumbrar al mundo entero con la cantidad de paradas que realizó en dicho duelo, evitando que el equipo fuera goleado y sobre todo, permitiéndole llegar con vida al tiempo extra, donde Marcos Llorente hizo su gran exhibición y tumbó a uno de los gigantes de Europa.
Jan Oblak es un gran representante de la filosofía de Simeone, quien siempre dice que el trabajo es lo más importante y Oblak lo ha demostrado porque tuvo que luchar para llegar a donde está ahora y si bien ya es considerado uno de los mejores del planeta, él sigue trabajando día a día para mejorar, porque sabe que lo más importante es el esfuerzo, por esta razón, el aficionado rojiblanco lo ve como un ídolo y un ejemplo a seguir.