En un partido en el que Zidane, como en toda la temporada, llegaba con los efectivos demasiado justos y, sobre todo, una defensa sumamente tocada, Miguel Gutiérrez ha visto la titularidad por primera vez en el primer equipo.

El lateral izquierdo del Castilla ocupó el lugar de un Mendy lesionado y de Marcelo que no hizo el viaje a tierras nazaríes por decisión técnica del propio Zinedine Zidane. Gutiérrez se marcó un gran partido, y no fue la única cara del Castilla en el cuadro bajo de Zidane, puesto que la lateral derecha corrió a cargo de Marvin Park, que arrancó el partido pues Odriozola estuvo entre algodones toda la semana.

Al termino de los primeros 45’ minutos Marvin, que había recibido una durísima entrada, abandonó las hostilidades tanto por el golpe recibido como por molestias en el muslo, dando entrada a Álvaro Odriozola y, ahora sí, dejando a Miguel como la única cara Castillista en el once merengue, cara que brillaría con luz propia.

El lateral izquierdo de 19 años firmó un partidazo, mostrando grandísima personalidad y asumiendo riesgos con la pelota en los pies, Miguel no se escondió en ningún momento del encuentro y siempre supo tomar la mejor decisión en cada jugada que acometió. Entendió que la noche era de las grandes para el Real Madrid porque no podía permitirse cometer errores tras la victoria del Atleti contra la Real Sociedad. La pelea por el título, a falta de dos jornadas para que acabe el campeonato, tiene cierto sabor a derbi madrileño.

Merece la pena detenerse a analizar en el primer tanto, ha sido una absoluta maravilla. El gol, que abrió el camino a la victoria merengue, fue producto de una combinación casi poética entre el jugador más novel del equipo y el más veterano. Miguel Gutiérrez se vistió de gente grande y se inventó una delicatessen de asistencia para Luka Modric en el minuto 17. Una asistencia sublime por la belleza del pase, pero sobre todo por el atrevimiento de un canterano que hizo algo fuera del guion para saltar la línea defensiva del Granada; Miguel levantó el balón, Modric cogió la espalda de Domingos Duarte y fusiló a Rui Silva con la izquierda. El balón entró por debajo de las piernas del portero del Granada.

Al canterano y al veterano croata les separan 16 años, dato significativo de lo que sucede en el Madrid; se han unido los noveles con algunos jugadores de la vieja guardia, mucho de ello obligado por las constantes ausencias que ha acusado el Real Madrid en la temporada entre lesiones y contagios por COVID.

 El Castillista dejó una buena impresión en su debut como titular en el primer equipo tanto en defensa como en ataque. Miguel levanta la mano como el presente y el futuro mientras que hablar de Marcelo es mirar hacia el pasado porque, aunque el brasileño tenga una temporada más de contrato, el club le quiere dar salida. El tiempo y la edad no perdonan en el fútbol.