Un buen inicio

El Barcelona arrancó muy bien el partido, pese a las pocas opciones de ganar LaLiga los azulgranas salieron enchufados al encuentro y lograron encerrar a un Celta bien plantado atrás. Las ocasiones no tardaron en llegar, Pedri y Griezzman estuvieron muy participativos, cada uno a su manera. Griezzman en el juego asociativo con Messi y Pedri con algunas llegadas a la frontal que no pudo convertir en gol. Lo cierto es, que el canario está desulmbrando en esta campaña y si algo que se le podría pedir a un jugador tan joven y tan bueno, sería una mejora en el disparo. Pero está claro que con tan solo 18 años no lo puedes tener todo.
Volviendo al partido, las ocasiones del Barça empezaban a diluirse y el juego se volvía espeso. Sin embargo en el minuto 28 Sergio Busquets servía una asistencia de lujo para que Leo Messi ganándole la espalda al defensor rematará de cabeza para hacer el primero. El argentino convertía su tanto número 30 esta temporada en la campaña liguera, consolidando aún más su pichichi. El guion del partido no varió demasiado, el Barça con la tranqulidad del marcador a favor, tocaba y tocaba el balón sin demasiadas prisas para hacer el segundo. Y precisamente esa apatía acabó penalizando a los azulgranas. En el minuto 37 Santi Mina ponía el empate en el marcador con un disparo desde la frontal al que no pudo llegar Ter Stegen. El portero alemán contempló como el esférico entraba y no logró estirarse. No está siendo la mejor temporada del cancerbero azulgrana, que ni mucho menos es el máximo responsable de los malos resultados, pero es cierto que su nivel en esta campaña ha bajado.
El partido se marchaba con empate 1-1 al descanso y con todo por decidir en la segunda parte.

Un duro castigo

El segundo tiempo empezó con un juego similar por parte de los 2 equipos. Por su parte, el Barcelona mostraba un ritmo más alto gracias a la entrada de Riqui Puig que sustituía a Pedri. El canterano entraba con ganas de aprovechar los últimos minutos de la temporada. El Celta por su parte, no realizó cambios al descanso, ni de jugadores ni de planteamiento. El equipo gallego salió al césped sin grandes aspiraciones, parecía satisfecho con el empate y esperaba las llegadas del Barça bien plantado atrás. Los siguientes 45 minutos transcurrieron con algo más de ritmo por parte de los azulgranas, querían despedir LaLiga en el Camp Nou con una victoria. Araujo pudo hacer el segundo tras rematar un balón que Piqué le servía de cabeza, pero la pelota se marchó alta. Leo Messi lideraba el ataque culé, conduciendo todos los ataques, pero la resolución de las acciones no acababan en nada. Koeman, notaba esa falta de creatividad arriba y movió piezas. Braithwaite y Trincao entraban por Griezmann y Dembélé, la dupla francesa no cuajó un buen partido. Antes había entrado Dest por Piqué, el central retiraba con molestias. Con el danés y el portugués en el campo el Barça volvía a crear ocasiones, pero de nuevo la suerte no estaba con los locales. Y todo se complicaría aún más, cuando en el minuto 83 Lenglet se marcharba expulsado al recibir su segunda amarilla. Para colmo llegaría el segundo del Celta, en uno de sus primeros acercamientos de la segunda parte. Un balón desde la banda, muy envenenado lo escupía el palo hacía el interior del área donde un oportuno Santi Mina marcaba a placer y lograba la remontada celeste.

Una triste despedida en casa

El Barça disputaba hoy su último partido de la temporada en su estadio, el Camp Nou y pese a estar prácticamente fuera de la lucha por LaLiga, a la afición le hacía ilusión lograr una victoria que permitiera acabar la temporada con buenas sensaciones de cara a la siguiente. Por desgracia, no pudo ser, los azulgranas se toparon con un sólido y efectivo Celta de Vigo que a diferencia de los culés, sí sacaron provecho de sus ocasiones. El Barcelona cerrará la competición la próxima semana, con la visita a Ipurúa para medirse a la Sociedad Deportiva Eibar.