El Barça Basket se quedó a un paso de la gloria europea tras perder la final de la Euroliga disputada en Colonia por 81 a 86 ante el Anadolu Efes en un partido muy disputado y de infarto para una afición del Barça que no veía a su equipo en la final europea desde 2010, cuando ganaron cómodamente a Olympiakos por 86 a 68. Esta vez fue el equipo de Jasikevicius el que hincó la rodilla y se tuvo que quedar con el sabor amargo de la medalla de plata.

Saras Jasikevicius sorprendió alineando a Víctor Claver de inicio sabiendo que para poder competirle a un equipazo como Efes tenía que hacerlo a través de una gran defensa. Dicho y hecho, el equipo barcelonés empezó muy fuerte en defensa, con el mismo Claver inspirado en las defensas individuales y el Barça Basket llegó al final del primer cuarto con un esperanzador y optimista 22 a 15.

Sin embargo, el equipo de Efes no tardó en empezar a carburar y entonarse con sus dos individualidades de siempre: Shane Larkin y Vasilije Micic. El Barça comenzó a verse desbordado por sus dos estrellas y encajó un parcial de 14 a 24 que le hizo llegar al descanso con 3 puntos de desventaja, una desventaja que ya no recuperaría nunca en el partido.

En el tercer cuarto, ya con tiempo para haber retocado los desajustes, el Barça siguió sin poder dominar y el Efes seguía tirando de su dupla dinámica, mientras que en el Barça Higgins no podía sujetar a todo el equipo él solo.

Finalmente, el Barça mejoró en el último cuarto y se llegó a poner 69 a 69, pero el buen hacer de Efes en el tramo final no le acabó dando ninguna opción al equipo entrenado por Jasikevicius, que vio que su primera temporada como técnico blaugrana no se vería recompensada por el máximo trofeo europeo.