En la tarde del pasado miércoles se confirmó el adiós del capitán del Real Madrid, Sergio Ramos,16 años después de su fichaje desde el Sevilla. Con la fecha de fin de contrato a punto de llegar, la falta de acuerdo para su renovación, tras una polémica oferta con fecha de caducidad, hace que este binomio tan exitoso, con el momento culmen en la final de la Champions League de 2014, llegue a su fin.

El acto de despedida incluyó un emotivo video de los mejores momentos de Sergio en el club, unas palabras de Florentino a lo que siguió un discurso del defensa, finalizando con las clásicas fotos con la familia, directiva y los trofeos conquistados. A petición personal, dio una última rueda de prensa, donde no esquivó ningún tema en lo referente a la negociación con el club.

Esta manera de marcharse, sin despedirse de la afición (como señaló, es lo que más le duele) se está convirtiendo en algo habitual en el Real Madrid, especialmente desde la llegada de Florentino al poder en el año 2000, motivo por el que se critica al máximo mandatario blanco. Leyendas como Di Stéfano o Michel no salieron de la mejor manera, pero esto se ha convertido en el proceder habitual del club en los últimos años, del que solo se recuerda un gran homenaje a Arbeloa, con un rendimiento futbolístico nada excepcional.

Del Bosque y Hierro

Los problemas empezaron al conseguir el trofeo de Liga en la temporada 2002-03, cuando se anuncia por sorpresa que el preparador salmantino no va a seguir dirigiendo al Real Madrid. Los jugadores, enfadados por la salida de su míster, liderados por el capitán, Fernando Hierro, organizan un motín para boicotear los actos de celebración del título, a lo que Florentino reacciona con sacar al malagueño del equipo en el que había estado más de 12 años. A ambos no se les dio la oportunidad ni de pasar por rueda de prensa y nunca se recuperaron las relaciones, especialmente con el que luego fue el entrenador capaz de llevar a la gloria a la Selección Española en Sudáfrica.

Raúl y Guti

Los máximos exponentes salidos de la cantera en los años 90, con tres Copas de Europa a sus espaldas, dejaron de contar para las alineaciones titulares con la vuelta de Florentino a la presidencia en 2009 y la llegada de Pellegrini al banquillo. Mourinho los terminó de apartar de la plantilla y el club les organizó una rueda de prensa (a la de Guti solo acudió Valdano) para que dijeran adiós a la afición. Con el gran capitán se intentó enmendar el error en el 2013 con la organización de un partido homenaje ante el que era su equipo en ese momento, el Al Saad.

Casillas

Posiblemente la despedida más fea para el que es el mejor portero de la historia del club y uno de los mejores de todos los tiempos. La relación con Mourinho deterioró el cariño que le tenía la afición, el club no le arropó en ningún momento y para culminarlo, acudió a la rueda de prensa solo, sin ningún directivo o miembro del club. Las fuertes críticas se hicieron que al día siguiente se volviera a despedir en un acto sobre el césped. Ha vuelto al Real Madrid como adjunto a la dirección de la Fundación, aunque no se le ha visto junto a Florentino.

Cristiano Ronaldo

Con un caso parecido al de Ramos, por el constante tira y afloja en la renovación de los contratos, sintió falta de cariño por parte de la directiva y su representante trajo una oferta de la Juventus, a la que Pérez accedió a aceptar sin problemas. Nada más ganar la Décimotercera, sobre el césped del Olímpico de Kiev anunció su salida del Madrid. Se despidió con una fría carta en redes sociales, algo poco acorde a su condición de máximo goleador de la historia del equipo.

Zidane

En este caso, en su época como jugador recibió un homenaje a las alturas de ser el hombre de la Novena, en un choque frente al Villarreal. En su primera etapa como entrenador, se despidió junto a Florentino Pérez en una rueda de prensa. La falta de confianza de la directiva le animó a dejar el banquillo madridista por segunda vez el pasado mes de mayo, dando fin a su periplo con una carta en el diario AS y sin ningún acto por parte del club, por deseo propio del francés.