Se baja el telón para las sevillistas. Con este choque ante el Espanyol, las de Cristian Toro han tocado el balón por última vez esta temporada. Las rojillas han podido despedirse de la competición doméstica en casa, en el Estadio Jesús Navas, ante un rival que descenderá la próxima campaña.

El reloj marcaba las 18.00 horas y la colegiada aragonesa Paola Cebollada hizo sonar su silbato para dar comienzo a la última jornada de la Primera Iberdrola. El conjunto local fue el encargado de darle movimiento al cuero sobre el verde hispalense.

Tras unos primeros instantes donde el balón se mantenía pegado a las botas de las anfitrionas, el cuadro barcelonés buscó hacer daño por el costado izquierdo que no acabó donde deseaban. Como réplica, la sevillista Payne se instaló en el área, pero las rivales le leyeron sus intenciones.

Aunque el gol no cuajaba, las de blanco no desistían y se rehicieron después de una salida amenazante del Espanyol. Una falta justo en el borde del área le vino como anillo al dedo al cuadro hispalense. Sin embargo, Virgy no le pegó de la mejor manera y acabó golpeando en el muro rival. Instantes después, el equipo catalán probó buscarle las cosquillas a la entidad andaluza. No obstante, el gol no cuajaba ni para unas ni para otras.

El choque fue de más a menos. Ambos cuadros salieron con las pilas puestas, pero la intensidad se fue reduciendo conforme iba corriendo el cronómetro. El ritmo se retomó cuando se produjo una falta a favor de las azules. El primer golpeo dio en la barrera. Como consecuencia, se produjo un rebote que cayó en una de las jugadoras visitantes que desvió el cuero al palo.

Tras la pausa de hidratación, Virgy erró en la salida y Szymanowski se encargó de tomar partida de la situación, metiendo el esférico por la escuadra de la cancerbera hispalense. Las visitantes se adelantaron en el marcador.

Payne trató de poner tierra de por medio antes de marcharse a vestuarios y se acercó amenazante a la portería del rival, pero la portera intervino y el balón se acabó estrellando contra el palo. El Sevilla se fue de vacío.

  • Vuelta a la tortilla

En los siguientes cuarenta y cinco minutos, las rojiblancas salieron como en la primera mitad: con ganas y enchufadas. Tanto es así que Claudia Pina encontró el momento justo para colgar un centro y su compañera Pinel remató al fondo de la red. Sendos equipos volvían a estar igualados.

Las jugadoras de Rubén Casado querían llevarse los tres puntos a Barcelona. Fueron muchas las insistencias, pero Noelia Ramos ponía fin a todas sus esperanzas, manteniéndose firme en su posición.

El balón seguía corriendo de un lado a otro del feudo hasta que Payne volvió a aparecer de una manera estelar. La de Nigeria lanzó un misil que entró de lleno en la meta de Dossey a falta de quince minutos para el final.

Como respuesta, el Espanyol metió la sexta marcha y a punto estuvo de hacer el empate. Noelia Ramos sacó una mano prodigiosa para aliviar a las suyas.

Los últimos compases del partido destacaron por las continuas llegadas del cuadro perico, que buscaba desesperadamente encontrarse de nuevo con el gol para poder rascar, al menos, un punto. Pero la fortuna no estaba de su parte.

Al cumplirse el tiempo reglamentario, la colegiada indicó el tiempo de añadido: seis minutos. El famoso lema “nunca se rinde” parecía haber adoptado los colores del conjunto visitante, que en ningún momento bajaron los brazos pese al resultado y que vieron en esos seis minutos una oportunidad para recomponerse.

Finalmente, Paola indicó el final del encuentro. El equipo andaluz ha superado su examen final y podrá optar a la octava posición en el caso de que el Valencia salga derrotado de su encuentro. En el caso de instalarse en dicha plaza, las de Nervión podrían ingresar en la Copa de la Reina.