Sin pelos en la lengua y “jodido” consigo mismo. Pese a haber logrado el empate a uno gracias a un gran lanzamiento de penalti, Iago Aspas estaba decepcionado tras haber tenido la oportunidad de poner el 2-2 en el marcador a falta de diez minutos para el final.
Oportunidad perdida
El Celta recuperaba el balón en una mala salida desde atrás del Atlético y, con un gran pase al hueco, el Príncipe de las Bateas se plantaba mano a mano con Jan Oblak. Un sutil recorte marca de la casa dejaba al guardameta esloveno totalmente vencido, ya resignado a ver cómo el esférico se colaba al fondo de las mallas de su portería. Sin embargo, Aspas no logró acertar en el remate con su pierna mala, la derecha, y su tiro acabó saliendo cerca del poste.
El ‘10’ celeste no se escondía y asumía su parte de culpa: “He tenido el empate ahí al final. No se me puede escapar, la verdad. Una pena, me voy jodido porque creo que teníamos un punto por lo menos para el equipo en esa ocasión”, se lamentaba el bueno de Iago.
A partir de ahí, el final del encuentro fue intenso cuanto menos. La tangana que se saldó con las expulsiones de Hugo Mallo y de Mario Hermoso fue el punto culmen. “No nos beneficia. Nos hemos equivocado”, reconocía el de Moaña. “Hemos tenido dos ocasiones ahí al final que por poco conseguimos el empate, pero bueno”, terminaba explicando sobre lo sucedido en los últimos compases del partido.
Mala primera parte
En la segunda parte se vio una mejoría notable respecto a lo que había sido el primer tiempo, ya que los colchoneros habían sido “superiores” a su rival. No le permitieron a los olívicos encontrarse “cómodos” durante los primeros 45 minutos. “Recibíamos mucho al pie, el campo estaba un poco seco… Creo que nos ha perjudicado que el terreno no esté en buenas condiciones”, indicaba Aspas. “Hemos tenido un fallo en salida y nos han cogido abiertos. Creo que no hemos hecho una buena primera parte. Nos hemos equivocado y nos han aniquilado con la que han tenido”, resumía fastidiado.
El penalti
El único tanto local llegó no exento de polémica, ya que el colegiado andaluz Munuera Montero interpretó que la mano de Marcos Llorente debía ser sancionada con pena máxima. Iago era “sincero”, algo que es muy de agradecer por parte de los futbolistas que no caen en tópicos, y pensaba que “no había sido” penalti en un principio. “Me pilló un poco de lado y no lo vi del todo bien. Marcos me decía que no y confié en él hasta que el árbitro decidió que era penalti”, bromeaba el delantero gallego.
A por la próxima
Cuestionado por la semana turbulenta que se está viviendo en Casa Celta con el conflicto de intereses entre Carlos Mouriño y Denis Suárez por la agencia de representación que trabaja con Denis y el propio Iago, el artillero celeste dejaba claro que solo se centra en “seguir trabajando”. “Seguimos intentando luchar, pelear desde lo nuestro, intentar hacer las cosas lo mejor posible… El lunes que viene tenemos otro partido. Nos queda el espejo de estos 45 minutos finales. No queda otra que pelear”, señalaba Iago para acabar su intervención ante los micrófonos.