Algo falla en el Celta. Tres partidos de Liga y la frescura y fluidez habitual en el conjunto de Coudet brillan por su ausencia. Ni rastro del juego que maravilló a propios y extraños el pasado curso. El Athletic no perdona y saca las castañas del fuego para seguir sumando en un buen inicio de Liga para los bilbaínos en cuanto a sensaciones.

Colección de disputas

Los primeros compases del partido sirvieron para que los dos equipos tanteasen el terreno, ver de dónde cojeaba el rival. El Celta lo vio enseguida pero le faltaron armas para golpear de mejor manera.

Javi Galán pugna por el balón con Berenguer | Imagen: LaLiga
Javi Galán pugna por el balón con Berenguer | Imagen: LaLiga

En medio de tanta disputa y juego aéreo en el centro del campo, el Celta se encontraba con dos autopistas en las bandas, con Javi Galán como gran protagonista con sus internadas. Marcelino obligaba a su escuadra a cerrarse en exceso para bloquear los pasillos interiores, donde siempre se hace fuerte el equipo de Coudet a través de la combinación. Eso obligaba a los dos laterales rojiblancos, Íñigo Lekue y Mikel Balenziaga, a realizar un gran desgaste a la hora de acudir a cerrar espacios y evitar envíos a su espalda, trabajo que cumplieron con creces.

"Coma sempre, o de sempre"

A la media hora de encuentro llegó el primer y único gol. Iñaki Williams, al que se le suele acusar de necesitar demasiadas ocasiones para marcar, logró convertir el primer disparo del choque en el 0-1 para el Athletic. Un chut duro y seco al primer palo ante el que nada pudo hacer un Dituro totalmente vencido, que hoy mostró muchísimas dudas con el balón en los pies. La asistencia fue obra de Oihan Sancet, quien controló los tiempos de la jugada a la perfección, y el regalo, otorgado por un generoso Joseph Aidoo

Williams marca el 0-1 | Imagen: @AthleticClub
Williams marca el 0-1 | Imagen: @AthleticClub

El central original de Ghana, propenso al error no forzado, volvió a las andadas. Unai Simón sacaba de puerta y el balón llegaba manso a sus pies. Un error de concentración y un exceso de confianza que condena al RC Celta. La historia ya es de sobra conocida en Vigo. Aidoo se durmió y Sancet le ganó la tostada. Tocaba remar para remontar.

Con el miedo en el cuerpo

En los segundos 45 minutos, pocas cosas cambiaron. El Athletic seguía a lo suyo, con una defensa imperial del área comandada por Íñigo Martínez sin conceder ni una sola oportunidad a un Celta que no tiró entre los tres palos ni una sola vez en todo el partido.

Por su parte, los vascos a punto estuvieron de encontrar el 0-2 en el minuto 49 mediante un Williams que empujaba la pelota a placer al fondo de las mallas. No obstante, Mateu Lahoz acudió al VAR para revisar el origen de la jugada y, efectivamente, había falta. El gol quedaba anulado por un manotazo previo de Álex Berenguer a Denis Suárez. El ex del Torino, que le había hecho un auténtico traje a Javi Galán en la coronilla del área, soltó la mano hacia atrás impactando en el rostro del de Salceda de Caselas.

 

El cuadro local estaba avisado: o se ponía las pilas o el Athletic iba a ampliar la diferencia en el marcador. El ritmo del choque empezó a descender por las constantes interrupciones en forma de falta por parte del Athletic Club, que buscaba evitar que el Celta empezase a encontrarse con su juego y a trenzar jugadas peligrosas. Iago Aspas estaba completamente desaparecido y lento. Fueron varias las ocasiones en las que se durmió o mostró poca claridad en los últimos metros, algo a lo que no nos tiene acostumbrados. Uno de los peores partidos que se le recuerdan con la celeste.

Brais Méndez persigue a Iker Muniain | Imagen: LaLiga
Brais Méndez persigue a Iker Muniain | Imagen: LaLiga

Entremedias, Santi Mina caía en el área derribado por Vivian cuando se plantaba mano a mano con Unai Simón. Balaídos estallaba reclamando un claro penalti, pero la jugada venía precedida de un claro fuera de juego del propio delantero vigués.

Coudet no lo veía nada claro y decidió mover ficha antes que Marcelino. Para dentro Franco Cervi y Fran Beltrán, que estuvo soberbio desde que saltó al verde. Para el banquillo, Nolito y Denis Suárez, que estuvo horrible. Estuvo muy impreciso en el pase, su especialidad. 

A falta de veinte minutos para el final, Brais Méndez, quien estuvo igual de mal que Denis, caía con la cabeza sobre el terreno de juego después de saltar a por un balón con Íñigo Martínez, que le hizo “la cama”. Por suerte, todo quedó en un susto. Mientras el equipo médico atendía a Brais, el Chacho aprovechó para introducir otro cambio: Augusto Solari por Renato Tapia, el mejor del partido. El peruano nunca falla en su entrega y de nuevo se erigió en el pulpo del Celta.

Un Celta inoperativo

Los minutos pasaban y el marcador seguía reflejando el 0-1. Marcelino realizaba su tercera sustitución: Raúl García entraba para que saliese el 'Lince' Sancet. Anteriormente, ya habían entrado Nico Williams y Zárraga en detrimento de Unai Vencedor e Iker Muniain. La consigna era clara: evitar el juego por dentro del rival, ensuciar la jugada y salir a la contra con multitud espacios por delante, ya que el Celta se lanzó con todo arriba dejando a Hugo Mallo en varias ocasiones como único central.

Coudet y Marcelino se saludan amistosamente después del partido | Imagen: LaLiga
Coudet y Marcelino se saludan amistosamente después del partido | Imagen: LaLiga

A punto estuvo de dar resultado la fórmula del técnico asturiano, pero Iñaki Williams primero y Villalibre después fueron incapaces de encontrar portería. El pamplonica llegó forzado a un centro raso de Raúl García e impactó con el tobillo, mandando la oportunidad a las nubes. Por su parte, el 'Búfalo de Gernika' se hallaba completamente solo contra el portero. Nico Williams le había habilitado después de una buena jugada, pero Villalibre controló mal y Dituro se tiró con todo para tapar el tiro. El guardameta evitaba así el tanto de la sentencia.

Siete minutos de descuento fueron insuficientes para que los celtiñas chutasen de una vez por todas a puerta. Misión imposible. Tan solo sirvió para presenciar el debut de Thiago Galhardo.

El definitivo 0-1 deja muy tocado a los muchachos de Eduardo Coudet, quien afronta su primera minicrisis al frente del Celta justo antes del parón de selecciones y enfrentarse al Real Madrid en el nuevo Santiago Bernabéu. Por otro lado el Athletic no estuvo tan brillante como contra el Barça en la anterior jornada, pero supo sacar adelante el choque para llevarse tres puntos valiosísimos de vuelta a Bilbao.