Se han marchado auténticos baluartes del Real Madrid multicampeón de las últimas temporadas, pero un nombre es el que perdura: Karim Benzema. El delantero francés se ha convertido en un referente para el resto de sus compañeros en la plantilla y es un símbolo para la afición.
Esta vez, ante el Celta, Benzema volvió a ser fundamental con nada menos que tres goles para remontar el duelo en el regreso del Real Madrid al Santiago Bernabéu. Además, con su triplete de esta jornada, el francés alcanzó los 284 tantos como jugador del ‘Merengue’, convirtiéndose así en el quinto máximo goleador en la historia del club.
Solo seis goles separan a Benzema de Santillana, mientras que el podio lo ocupan Alfredo Di Stéfano (308), Raúl (323) y Cristiano Ronaldo (451). Al respecto de una jornada tan importante, que además marcó el regreso de los aficionados al Bernabéu, el francés reconoció que: "fue una noche especial para nosotros por el ambiente con la gente."
“Siempre digo que necesitamos el apoyo de la afición, nos han dado todo y se ha visto en el segundo tiempo. Creo que tenemos que trabajar más en defensa para no encajar goles. Vamos a ganar con muchos goles manteniendo la portería a cero. Tenemos que trabajar y entrenar. Lo importante son los tres puntos,” añadió.
Justamente, pese al impactante resultado final, el Madrid no dejó buen sabor de boca en defensa, donde tuvo errores groseros que el Celta supo aprovechar. También consultado sobre esto, Benzema admitió que los goles encajados “no son solo culpa de la defensa. Tenemos que trabajar todos".
Por último, como líder y capitán del grupo, Benzema tuvo palabras de elogio hacia Vinicius Junior, el joven delantero brasileño que tantas veces fue cuestionado desde su arribo al Real Madrid, pero que en esta etapa al mando del italiano Carlo Ancelotti ha demostrado un gran nivel.
"Vinicius es un fenómeno. Me gusta mucho jugar con él. Ha demostrado que puede jugar siempre en este equipo" reconoció Benzema al autor del tercer tanto de la noche para el Madrid y protagonista de un auténtico partidazo, incluso provocando el penalti que luego goleador francés cambiaría por gol.