Vuelve el fútbol europeo al Villamarín y lo hacía con un duelo más verde que nunca en el que Real Betis y Celtic de Glasgow se veían las caras en busca de la primera victoria continental. Debutaba el Betis a Europa gracias a la buena temporada realizada el curso pasado y lo hacía, con Joaquín portando el brazalete de capitán.

Empezó más activo el cuadro visitante, llegando a poner en apuros a Claudio Bravo tras un desajuste defensivo entre Edgar y Víctor Ruiz. Sufría el Real Betis en la salida del esférico y muy cómodos estaban los ingleses en el verde, presionando con facilidad a su rival. La superioridad ejercida por el conjunto galés en los primeros compases de partido se vio premiada con un tempranero gol que despertó de golpe al Real Betis. Ejerciendo una contra casi perfecta, el Celtic partió desde el zona defensiva para plantarse con una rapidez abrumadora en la meta defendida por Claudio Bravo y, casi sin oposición y con el suspense propio del VAR, Ajetic acabó enviando el balón al fondo de las redes.

El tanto hizo reaccionar a un Betis que pronto replicó pero la mano salvadora de Joe Hart evitó el empate verdiblanco ante las lamentaciones de la plantilla del Real Betis, vestida en esta tarde de lunes de azul.  Poco después, fue Fekir quien quiso buscar el tanto del Real Betis, pero de nuevo el guardameta inglés volvía a rechazar el esférico. 

No estaba a la altura del encuentro el Real Betis y en Europa las imprecisiones se pagan caras. Otra vez a la contra llegó con superioridad el Celtic y tirando de picaresca, Ajetic provocó un penalti ante la tardía salida de Claudio Bravo y desde los 11 metros no perdonó Juranovic.

Pero el Betis jugaba con el plus del público a su favor y desde el césped empezó a sentirse el apoyo de la afición que ocupaba las gradas. Miranda se erigía como el futbolista más incisivo del Real Betis y en una de las primeras internadas que tuvo acabó enviando el balón al poste. El canterano se sacó un zurdazo raso al primer palo ante la sorpresa del meta rival, pero su disparo golpeo en el poste derecho de la portería de Hart. Pero si perdono a la primera, no quiso hacerlo a la segunda y, acompañado de la fortuna del rebote, Juan Miranda se plantó solo en el área pequeña y sin oposición superó al meta británico. Recortaba distancias el Real Betis y se metía más que nunca en el encuentro.

  • Del amor al odio hay solo un paso, de la pena a la gloria, un par de minutos.

Y como si de la gloria se tratase, el Betis apenas necesito un minuto más para empatar el encuentro. Un balón medido de Joaquín al pie de Borja Iglesias habilitó al delantero gallego para que encaminara hacia al área y con la intuición de un '9' puro vio llegar a Juanmi por el carril central. Y ahí fue donde puso el esférico para que el malagueño anotase a placer. Solo 5 minutos fueron necesarios para que el Real Betis mostrase que era capaz de tutear al resto de equipos europeos con los que tendría que emparejarse las próximas semanas.

Con empate a dos se marcho el partido al descanso. El Betis, de menos a más; por ende, su rival, de más a menos. El Real Betis fue poniendo color a un encuentro en el que lo daban por muerto. Pero el renacer llegó tras los primeros minutos de la segunda mitad. Apenas se habían cumplido los cinco minutos del segundo periodo cuando Borja Iglesias recupero su idilio goleador. Si alguien tiene la capacidad de dominar el área en este Betis, es el delantero gallego que con un desmarque cuadriculado entre los centrales recibió un centro perfecto de Canales para acabar enviando el balón al fondo de las redes.

Y si en la primera mitad los goles llegaban a pares, no iban a ser menos en este segundo tiempo. Tras la remontada verdiblanca, Juanmi volvía a aparecer para ampliar la ventaja bética. El malagueño recibió en el área y, sin ángulo, armó un zapatazo al palo largo imposible para Hart.

El Betis había impuesto su superioridad en los primeros compases de la segunda mitad, pero con el paso de los minutos volvía a meterse el Celtic en el encuentro. Una gran jugada de Jota puso en serios apuros al Real Betis, pero el esférico acabó golpeando en el palo. Desde entonces, partido de ida y vuelta aunque sin ocasiones claras para ninguno de los dos conjuntos. La más clara la tuvo Borja Iglesias tras una buena asociación con Ruibal pero el disparo del gallego acabó marchándose fuera.

Cuando ya agonizaba el encuentro, una falta de infantiles cometida por Martín Montoya propició el tercer tanto inglés. Un centro lateral acabó siendo cabeceado por Ralston, que ganó la partida al zaga heliopolitana, para recortar distancias para su equipo. Pero no iba a volver a moverse el electrónico y el Betis dejaría en casa los tres primeros puntos continentales del año. 

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