El Granada CF ha tenido un arranque liguero realmente malo. El equipo de Robert Moreno no termina de carburar y eso se ha visto reflejado en los resultados de las primeras jornadas de Liga. El conjunto nazarí ha sumado en las primeras seis jornadas únicamente tres puntos de los 18 que se han disputado. A este dato hay que sumarle que el equipo granadino no ha obtenido todavía la primera victoria de la temporada, pues ha perdido tres partidos y empatado los mismos. Estos resultado han hecho enfadar a la afición ya que no son solo los pocos puntos que ha sumado, sino que el juego del equipo no termina de convencer en Los Cármenes y todas las culpas van dirigidas al entrenador.

La realidad es que la situación que atraviesa el Granada es un problema bastante serio pese a que estamos en el inicio del campeonato. El Granada CF no ocupaba ninguno de los puestos de descenso desde el año 2017. En esa temporada, el Granada descendería y, a partir de ahí, empezaría una reconstrucción que llevó al equipo de nuevo a Primera bajo el mando de Diego Martínez, que logró clasificarlo para competición europea por primera vez en su historia. Ahora Robert Moreno tiene mucha más exigencia, uno de los factores que juega en su contra. Ha llegado al banquillo del Granada CF después de pasar el mejor momento en toda su historia. La sombra de Diego Martínez es muy grande y hace aún más complicado si cabe el trabajo del técnico catalán.

Robert Moreno ya pudo comprobar en el partido contra la Real Sociedad la opinión de los aficionados, que le despidieron entre pitos y abucheos. Esto provocó el enfado de Robert, que en rueda de prensa se vio visiblemente molesto. Ahora mismo el Granada ocupa la decimoséptima posición, pero en favor del míster se le pueden dar varios matices a esta posición. Dejando de lado el partido en Vallecas, donde el Granada CF fue goleado, en el resto de encuentros, el equipo granadino ha peleado hasta los últimos minutos por llevarse la victoria, pero ha encajado al final. Contra el Valencia y el Barcelona se quedó a escasos minutos de ganar y se tuvo que conformar con empates, mientras que contra el Betis y la Real Sociedad también encajó goles al final del partido, que dejaron al equipo sin margen de reacción.

Queda mucha Liga y solo el tiempo dirá donde acabará el Granada CF, pero lo que está claro es que hay espacio y equipo para revertir esta situación. Para ello, los jugadores y el técnico catalán tendrán que dar lo mejor en el campo, empezando en el partido que les enfrentará al Celta en la próxima jornada. Una victoria cargaría de moral al equipo para salir de la delicada situación que atraviesa.