Lo que en un principio fue un tropiezo sin importancia, se convirtió en una catástrofe sin igual el martes pasado, pero lejos de calmarse las aguas, la situación ahora mismo es un vendaval. El club blanco se encuentra sumido en una racha muy negativa tras la debacle vivida en el RCDE Stadium, donde no consiguieron ganar al equipo perico y donde el técnico italiano quedó muy señalado, por su propuesta en el campo y por la poca solución que dio desde el banquillo.

Con un parón de selecciones que puede venir bien al equipo, y dos semanas para reflexionar y hacer algunos cambios, Ancelotti deberá decidir cómo dar forma de nuevo al equipo y volverlo a convertir en esa máquina que parecía infalible hace no mucho tiempo, donde todo eran sonrisas y los resultados llegaban sin muchas complicaciones. Son varios los puntos que deben modificarse, posiciones que no terminan de encontrar un dueño a su altura, o nombres que no rinden como deben hacerlo.

Defensa

Es el gran problema de este Real Madrid. Carlo Ancelotti en su vuelta al banquillo merengue se ha encontrado con un problema que tiende a catastrófico, y por el que debe rezar para que no se le complique aún más. No es que no haya dado con la tecla, es que ni siquiera ha tenido oportunidad de decir cuál quiere que sea su defensa titular. Los laterales ahora mismo son inexistentes, y esto acaba repercutiendo en la pareja de centrales, que ni ha conseguido asentarse ni parece existir ninguna fórmula todavía.

Todo empieza por Dani Carvajal, ese jugador que podría ser de los mejores laterales del mundo, pero que pasa desapercibido por sus incesantes lesiones, que no le permiten nunca poner el pie del acelerador y le tienen amarrado a una consulta médica. Ancelotti no parece confiar mucho en Lucas Vázquez para esta demarcación, y no existe nadie más que pueda ocupar ese puesto de forma natural, por lo que ya ha tenido que recurrir a parches inservibles como Valverde, o un Nacho que ya ha conocido todas las posiciones defensivas.

No presenta menos problemas el lateral izquierdo, con un Mendy del que se desconoce su situación desde mayo, pero que siempre parece cerca de volver, un Marcelo al que ni está ni se le espera, y un Miguel Gutiérrez al que Ancelotti no parece querer darle los galones suficientes, pese a que no lo ha hecho mal las ocasiones en las que ha tenido la oportunidad. Esto conlleva mover a Alaba al lateral izquierdo, su posición predilecta dicho sea de paso, pero que resta posibilidades en el eje de la defensa, con Militão sin poder asentarse con ningún compañero y con Vallejo que ni ha debutado ni tiene posibilidades de hacerlo pronto.

El técnico es incapaz ahora mismo de dar solución a estos agujeros defensivos, pero mientras pide calma. La pareja de centrales necesita tiempo, sí, pero también necesita asentarse, algo que por el momento está lejos de hacerlo, ya que son constantes los bailes de nombres, a lo que se suma que ni el propio Militão ni Nacho están ofreciendo el nivel que sí dieron el año pasado.

Centro del campo

Ancelotti está encantado con los nombres que tiene para cubrir la medular, y dice que esto no le supone ningún problema, pero lo cierto es que tiene más de uno en esta posición. El primero mide 1,85 metros y es brasileño, se llama Casemiro. El internacional es insustituible para el entrenador, pero es que su nivel está muy lejos del que ha demostrado en infinidad de ocasiones. Lento y cansado, no es capaz de ayudar al equipo en sus innumerables tareas defensivas, a la vez que en ocasiones es un estorbo para la salida del balón. Esto obliga a Carlo a buscar una forma de sustituirle, pero ninguna fórmula convence.

El planteamiento frente al Espanyol fue nefasto, con Camavinga en la banda izquierda sin aportar nada, y con Valverde a la derecha muy incómodo. Ambos estaban siendo de lo mejor de la temporada blanca, pero con la recuperación de Modrić y la vuelta de Kroos no terminan de tener clara su posición en el terreno de juego. Ninguno puede suplir a Casemiro, pero es que tampoco parece haber otra manera de encajarlos a la vez que el alemán y el croata, lo que genera un choque de intereses entre lo que se podría denominar la vieja y la nueva escuela, lo que lleva años funcionando, y lo que debería funcionar por toda una década.

Ataque

Esta posición es quizás la más sorprendente de todas, por el gran bajón que ha dado desde principio de curso. Un Real Madrid que no estaba teniendo complicaciones para perforar la guardameta contraria, y donde parecía que se había olvidado ya todo lo vivido con Zidane, ha vuelto por la misma senda, dejando la portería a cero contra Villarreal y anotando un solitario y único tanto frente al Sheriff y Espanyol.

Gran culpa de esto la tiene el tercer jugador en discordia. Y no hace falta decir su nombre porque nadie sabe quién es. Está Vinícius en banda izquierda, titularísimo desde la segunda jornada, y a un Benzema pichichi con quien se acaban las calificaciones, pero no hay ningún delantero capaz de domar la banda derecha y quedarse con el puesto de titular desde que Bale lo abandonara para pelearse con su lesión número 102. Rodrygo no termina de convencer, Asensio se ha lesionado de una manera algo extraña, y Hazard cada vez cuenta menos y dispone de menos minutos. La participación del belga empieza a ser llamativa, pero no parece que haya nada que lo pueda remediar, pues no ha aprovechado las oportunidades que ha tenido, y Ancelotti no parece que se quiera casar con nadie.

Otra opción es probar con una doble punta, si es que se puede catalogar a Karim Benzema con esta simple posición, y juntar al francés con Jovic. El serbio apenas ha jugado, pero puede ser importante en este esquema, y sobre todo puede liberar a Benzema de un central, o incluso de los dos. Suya fue la asistencia del único gol madridista el domingo, y su entrada en el campo “coincidió” con el mejor momento de Benzema sobre el césped. Quizá es hora de hacer un nuevo experimento y combinar a los dos delanteros centros, mientras el incansable, pero cada vez más exhausto, Vinícius corre libremente la banda en busca de oportunidades.

Mención especial a esta dinámica merece Karim Benzema. El de nuevo internacional con Francia está siendo no solo el mejor del Madrid, sino el mejor jugador de La Liga Española. Sabe que Messi ha dejado el trono vacío y no ha tenido ningún reparo en ocuparlo y ponerse él mismo la corona. Al fin y al cabo, habrá pensado, lleva haciendo lo mismo en el Madrid desde la marcha de Cristiano, salvando las distancias. Lo cierto es que sus números en estas primeras ocho jornadas asustan, con nueve goles y siete asistencias, y eso que lleva dos jornadas sin encontrar compañero. Él debe ser el faro que guíe al Real Madrid, y Carlo Ancelotti debe dirigir el barco hacia su puerto, porque donde Karim señala es siempre a donde va el balón

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