Dos equipos en muy buena forma se enfrentaron en el Santiago Bernabéu con planteamientos diferentes. Real Madrid y Osasuna midieron fuerzas en un encuentro que acabó con un empate a cero que dejó varios aspectos a destacar. Los locales jugaron con la pelota de su lado, creando peligro de todas las maneras, pero fallando a la hora de encontrar huecos. En el otro lado estuvo Osasuna, que le cedió el cuero a los merengues y decidieron hacer una defensa inexpugnable y, así, esperar a la contra para hacer peligro real.

Importancia de las bandas

Dejó claro Ancelotti que las bandas son su punto fuerte. Los extremos del Real Madrid tuvieron un gran protagonismo en el encuentro, ya que estos fueron los encargados de generar peligro y llevar el balón al área contraria, sobre todo en el lado de Vinicius, dado que sus compañeros lo ven como el jugador más desequilibrante del equipo y es el indicado para abrir huecos en la defensa.

Sin embargo, la defensa de cinco de Arrasate descolocó el planteamiento de Ancelotti en gran parte del partido. Se llegó a ver hasta nueve jugadores de campo defendiendo el área navarra, cerrando espacios y no dejando pasar el balón ni por abajo. Fue el gran obstáculo del técnico italiano, que no vio, sobre todo en la primera parte, el camino para adelantarse en el marcador de alguna forma.

Diferente protagonismo desde los laterales

Si por algo se caracteriza el Real Madrid es por acumular hombres en el ataque y los laterales es un arma muy importante cuando el encuentro se ve obstruido por la falta de ocasiones. En los primeros 45 minutos vimos a un gran Carvajal que ayudó a Asensio a desmarcarse en alguna ocasión y a colgar centros con la intención de que el Madrid hiciera daño de alguna forma. No tuvo fortuna, pero la participación de Dani fue importante para que los locales siguieran teniendo la posesión y las oportunidades.

Ya en la segunda mitad vimos como Mendy se animó al ataque y ayudó a Vinicius y asociarse con alguien por ese costado, ya que al comienzo del choque se le vio muy retrasado y no hizo nada en ataque. Por contra, aunque tampoco fuera capaz de perforar la defensa rival, sí que pisó su área, al igual que Marcelo cuando lo sustituyó. El brasileño entró en el ecuador de la segunda parte, dobló a Vinicius para acercarse a territorio navarro y llegó con mucho peligro a la portería de Sergio Herrera, todo ello sin éxito.

Disparos lejanos

El bloqueo de Osasuna y la impotencia creada en los jugadores del Real Madrid supuso que se decidiera por realizar disparos a portería desde lejos para intentar sorprender a Sergio Herrera. La defensa de Osasuna fue tal que ni los centros al área ni intentarlo desde dentro de su área sean motivos suficientes.

Se vio como Kroos en la segunda parte, Rodrygo o incluso Casemiro probaron fortuna, el último casi consigue marcar gol, pero no fue tampoco efectivo. La estrategia de Osasuna salió a la perfección y su defensa se convirtió en un muro infranqueable que no fueron capaces de perforar los jugadores del Real Madrid, ni por activa ni por pasiva.