La Champions League ha vuelto a ser el epicentro en la agenda del FC Barcelona, que se lo jugaba todo en un cara o cruz frente al Benfica. Los malos resultados de las primeras dos jornadas europeas pusieron a los catalanes contra las cuerdas, con la necesidad imperial de sentenciar la victoria frente a los portugueses en su visita a la Ciudad Condal.

Con Xavi Hernández al mando del equipo, que ya se estrenó el pasado sábado con victoria frente al RCD Espanyol, los culés saltaban al césped de un Camp Nou pasado por agua, pues la lluvia acechaba duramente la ciudad mediterránea. El técnico de Terrassa ha apostado por Araujo, Lenglet y Piqué para cerrar una defensa que iba a extrañar a Jordi Alba, con claras intenciones de sumarse al ataque junto a Memphis y Demir.

Los de Jorge Jesus dependían de puntuar a domicilio para poder clasificarse, mientras que por el momento el Barça defendía una segunda posición que les permitiría 'meterse' en los octavos de final. Los portugueses han salido con toda la artillería posible para complicar los planes de los azulgranas, que no querían desperdiciar una oportunidad de dar un golpe sobre la mesa y dejar claro que una nueva era ha empezado.

Objetivo: la Champions

El Barcelona ha marcado el tempo inicial del encuentro con una presión alta al hombre y con conducciones rápidas cuando el balón rodaba a su favor. Con Jordi Alba abocado a banda izquierda, las transiciones por el centro con Busquets y De Jong eran claves para surtir de ocasiones a todo el ataque azulgrana.

El Barça sorprende desde los primeros minutos

La primera de la noche la ha tenido Demir, que con un disparo cruzado desde el vértice izquierdo del área rival, ha mandado el balón al córner por pocos milímetros. Después, tras un pequeño susto de Lenglet en defensa, la más clara ha sido de Araujo, que ha disparado un tanto desviado de la portería de Odysseas.

Los catalanes tenían tan claro que debían ser los dominadores claros del partido que han seguido pisando el acelerador en busca de la primera diana de la noche. Memphis ha puesto al público en pie tras una gran acción individual, pero el colegiado ha señalado la posición antirreglamentaria del neerlandés, que se maldecía. Gilberto y João Mãrio han intentado que el Benfica pudiera hacerse notar en el Camp Nou, aunque las coberturas defensivas de Busquets y Araujo han sido milimetradas para mantener vivo un Barça con ganas de ganar.

La revolución del Barça

La lluvia seguía apretando la Ciudad Condal y, aunque la afición se resguardaba en las pocas zonas cubiertas del estadio, el equipo ha seguido empujando en busca del primer gol de la noche. Gavi ha intentado sorprender con un remate desde la línea de fondo, sin ver a Memphis perfectamente desmarcado, mientras que después Odysseas se ha lanzado a tiempo para sacar una mano 'descomunal' al remate de Jordi Alba.

El Benfica, sin embargo, no quería bajar los brazos y tras una doble acción de Yaremchuk, el colegiado ha tenido que anular un gol del ucraniano, ya que el balón había salido del terreno de juego antes de 'colarse' en la portería de Ter Stegen. En la banda, Xavi pedía más contundencia a sus jugadores, que estaban completando uno de los mejores partidos de la temporada hasta el momento.

A pocos minutos del descanso, el público se ha puesto en pie para ovacionar a Demir, que disparaba de manera sorprendente un balón a la madera de la portería rival, perdonando así un gol difícil de olvidar. Sin tiempo para mucho más, ambos equipos se han marchado a vestuarios con el empate sin goles inicial, aunque los de Xavi Hernández lo han intentado todo y más para ir por delante en la electrónica.

Dembélé 'is back'

El segundo tiempo ha arrancado sin cambios en ninguno de los dos equipos, aunque Dembélé protagonizaba un largo calentamiento durante el descanso que ilusionaba a los culés que habían acudido al templo azulgrana. En los primeros minutos, Gerard Piqué ha visto la cartulina amarilla, que le dejaba señalado con demasiado tiempo por delante y en una zaga defensiva muy amenazada.

La entrada de Dembélé revoluciona el partido

Tras una acción perdonada por Memphis y una caída de Demir en el balcón del área, ha sido el Benfica quien ha intentado sorprender a Ter Stegen, aunque Araujo ha salvado los muebles a tiempo. Minutos después, Xavi ha retirado al canterano del terreno de juego para que entrase Dembélé, ya recuperado de las molestias musculares. Y el francés rápidamente se ha hecho notar, corriendo por la banda derecha para poner una asistencia milimétrica para De Jong, que ha rematado de cabeza un balón que, por poco, ha desviado Odysseas bajo palos.

El francés ha renovado el equipo con muchas acciones ofensivas, con desequilibrio por la banda derecha y posiciones inesperadas para los rivales, aunque la puntería volvía a mirarle en contra. Tras superar a tres rivales, ha dejado un balón delicioso para Memphis, aunque al neerlandés no le ha salido bien su idea.

Con la miel en los labios

El Barça ha seguido intentándolo hasta el último minuto, empujando con una afición volcada con el equipo, y agarrándose a cualquier mínimo ápice de poder darle la vuelta al resultado. Tras las sustituciones de Araujo, con molestias, y Lenglet, que han permitido entrar a Èric Garcia y Dest, los catalanes han apurado un último córner a favor para anotar, aunque las cosas esta noche no han salido como debían.

Los catalanes han acabado firmando un nuevo empate, esta vez sin goles, pese a disputar probablemente el mejor partido de la temporada hasta la fecha. Xavi ha dado un nuevo aire al vestuario y ha armado un conjunto futbolístico que se sostiene y que puede mirar al futuro. El Barça sigue dependiendo de sí mismo para sentenciar su acceso a los octavos de final, aunque en la próxima y última jornada deberán visitar a domicilio al Bayern de Múnich, ya matemáticamente clasificado.

Hasta entonces, dado que el partido no se disputará hasta de aquí quince días, los culés deberán poner todo su empeño en la Liga Santander, donde este sábado tocará poner rumbo al Estadio de la Cerámica para enfrentarse al Villarreal, un equipo que ya sabe qué es poner al Barça contra las cuerdas. Sin embargo, los de la Ciudad Condal no se pueden perdonar un nuevo tropiezo si quieren llegar a final de temporada con las esperanzas vivas.

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