Partido inaugural de la jornada número 18, que se saldó con victoria celeste. Al Celta le salía todo, al Espanyol no le salía nada. Ambos equipos necesitaban ganar, vigueses para reencontrarse con viejas sensaciones en Balaídos, y catalanes para seguir escalando en la tabla.
El dominio celeste reinó de principio a fin
El equipo de Coudet salió con todo desde el principio. Tanto es así que en el minuto 3, Mina anotó el primer gol del encuentro. Un pase filtrado de Iago Aspas llegó a manos del '22', quien remató con una perfecta definición.
A partir de ahí, el Celta continuó creciéndose y el Espanyol buscaba necesitado algo con lo que poder empatar. Sin embargo, destacó la buena colocación celeste. Su defensa, muy junta, fue inquebrantable.
Santi Mina marcó el gol número 2 500 del Celta en Primera.
A pesar de ello, los de Vicente Moreno lo intentaban. Darder tuvo la primera ocasión, un disparo desde lejos que se fue evitando portería. Anteriormente, Javi Puado tuvo un tímido acercamiento tras un rechace, acercamiento que fue solventado por un Brais que estaba en todo.
Una de las premisas por las que el Celta fue letal, es su dinamismo. Las combinaciones rápidas y el juego al primer toque fueron la clave. El Espanyol, por su parte, intentaba tener el control del partido sin la posesión del balón, pero carecía de verticalidad y ello se paga caro.
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El Celta acechaba a cada rato el área de Diego López. Otra clara ocasión tuvo a Brais como protagonista. Buscó el segundo palo, pero el esférico salió fuera sin encontrar portería.
Minutos después, quedando segundos para que el árbitro pitara el final de la primera mitad, Javi Puado volvió a tenerla en sus botas, tras un magnífico pase de Aleix Vidal. Sin embargo, ahí estaba Dituro quien se convirtió en un muro para evitar el empate.
Más goles y más tranquilidad
La segunda parte fue casi una fotocopia de la primera. El Celta volvió a salir fuerte de los vestuarios y en el 47, ya llegaba una nueva diana, esta vez con el 'Mago de Moaña' como autor. Lo hizo con un tiro limpísimo y cruzado que toco la base del poste para meterse en portería. Un gol que llegó tras una buena jugada con Denis Suarez como precursor.
Poco después, lo intentaron los de Cornellá. Pedrosa golpeó desde lejos, pero de nuevo Dituro evitó que viera portería.
De ahí en adelante, el Celta buscaba el tercero con insistencia. Por ejemplo, Brais volvió a tenerla tras una bella bicicleta, cuyo remate posterior se fue fuera. El vigués estuvo muy activo en ataque, pero también en defensa. Sin duda alguna, de sus mejores partidos. Para seguir, Mina tuvo otra ocasión, fue un dolor de cabeza continuo para Sergi Gómez y Cabrera.
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Otro celeste que provocó dolores de cabeza para el Espanyol fue Aidoo. Este persiguió a De Tomas por todo el terreno de juego, lo anuló. El ghanés ha conseguido hacerse con la titularidad, sentando así a Murillo en el banquillo, gracias a sus buenas actuaciones.
Igualdad insuficiente
En los 15 minutos finales, el encuentro comenzó a igualarse ligeramente. Los visitantes se hacían más fácilmente con el balón y tuvieron varias ocasiones. La más clara fue de Melamed, con un remate desde fuera del área que se fue alto y desviado. Sin embargo, poco duró la alegría, Denis Suarez anotó en el 81, último gol del Celta.
Loren... Loren dejó los deberes para el final, o más bien el Espanyol. Ya en el 91, el delantero marcó un gol escandaloso casi desde medio campo, aprovechando la posición adelantada del arquero local. Probablemente termine siendo una de las mejores anotaciones del curso, pero de poco sirvió.
Con todo, el de hoy ha sido el mejor partido del Celta de la temporada y uno de los peores del Espanyol. No habría mejor manera posible de despedir el año en Vigo.