Tal y como recogía Oscar Méndez en su cuenta de Twitter, pese a que Coudet cumplió 50 partidos oficialmente la pasada jornada en la victoria ante Osasuna, el bueno del ‘Chacho’ contaba este encuentro contra el Sevilla como su verdadero partido 50. ¿Por qué? La razón es muy sencilla: en su debut no pudo sentarse en el banquillo debido a problemas con el carné de entrenador UEFA.

Da la casualidad (o no) de que ese encuentro se disputó en el Sánchez Pizjuán, el mismo escenario en el que el Celta estaba firmando los mejores primeros 45 minutos de la presente campaña. En el mismo lugar en el que se empezaron a ver los primeros brotes verdes del Celta de Coudet, se estaba confirmando la recuperación anímica de ese mismo Celta: son los mismos jugadores y el mismo cuerpo técnico que hace solo una temporada hicieron soñar y disfrutar a toda la afición celtiña. 

Coudet da indicaciones a los suyos | Imagen: LaLiga
Coudet da indicaciones a los suyos | Imagen: LaLiga

El conjunto gallego se estaba dando un homenaje en toda regla. En su honor y en el de su artífice, don Eduardo ‘Chacho’ Coudet. Pero siendo acorde a los malos momentos de esta temporada, sucumbió al empuje sevillista y acabó empatando un partido que tenía ganado.

Inicio prometedor

Ya avisaba Iago Aspas en el primer minuto del partido, llegando hasta línea de fondo con la pelota cosida al pie tras recibir un excelente pase al hueco de Hugo Mallo. Pese a ello, la zaga sevillista estuvo rápida para evitar que esa pelota llegase a un jugador rival.

Así pues, el Sevilla (dirigido por el segundo de Lopetegui, Pablo Sanz, ya que el primero se sometió a un test covid con resultado no concluyente esta semana) era consciente desde el primer momento del peligro que podía generar el Celta en ¾ de campo. Intentándolo con más ímpetu que fútbol, el conjunto andaluz no lograba crear ocasiones claras de peligro. 

Además, le costaba salir desde atrás por culpa del gran trabajo defensivo del equipo visitante, ejerciendo una presión muy alta en bloque. Todo lo contrario al Celta, el cual con calma y paciencia lograba enganchar con los jugones de arriba gracias al papel de Fran Beltrán, incrustado entre defensas y rompiendo líneas con sus pases.

Momento del golpeo de Cervi en el 0-1 | Imagen: LaLiga
Momento del golpeo de Cervi en el 0-1 | Imagen: LaLiga

La intensidad y concentración de los jugadores celestes a la hora de saltar a la presión dio sus frutos en forma de dos goles en tres minutos. El Celta lució su gran pegada aprovechando el despiste de Acuña primero. Santi Mina se plantaba en el área y Dmitrović rechazaba su disparo cruzado. Cervi estaba atento para recoger el rechace de primeras y perforar la red. 

El cuadro vigués dejaba en shock a todo el Sánchez Pizjuán, de tal forma que hasta aficionados con la camiseta del Dépor celebraban el posterior tanto de Iago Aspas, aprovechando otra pérdida absurda, en esta ocasión, de Lucas Ocampos. El Príncipe de las Bateas recibía la asistencia de Brais, brillante en el día de hoy, y batía a Dmitrović desde fuera del área con un disparo sutil y acompañado de una rosca excepcional. 

El mago de Moaña suma ya 10 goles en 15 partidos contra el Sevilla, convirtiéndose de este modo en su víctima favorita y, por lo tanto, haciendo buena la ley del ex.

Aidoo se sale

La segunda mitad empezó siendo una continuidad de la primera. El Celta era capaz de plantarse en área rival a través de triangulaciones rápidas a uno-dos toques y se mostraba realmente cómodo cuando el Sevilla se plantaba en su campo.

Con una defensa del área espléndida gracias a un Aidoo imperial, siguiendo la línea de sus últimos encuentros con la celeste, los vigueses conseguían contener con relativa facilidad las tímidas acometidas sevillistas. El conjunto hispalense tan solo podía recurrir a centros colgados desde los costados y disparos sin demasiada fortuna desde la frontal.

Aidoo da instrucciones a sus compañeros | Imagen: LaLiga
Aidoo da instrucciones a sus compañeros | Imagen: LaLiga

Sin embargo, algo empezó a torcerse allá por el minuto 65 de encuentro, momento en el que Coudet introdujo un carrusel de cambios que trastocaron por completo al equipo. Salieron Denis Suárez, Franco Cervi y Joseph Aidoo para dejar su lugar a Renato Tapia, Jeison Murillo, y Nolito. La lesión del central ghanés resultó ser fatal para los intereses célticos.

Decepción final

A partir de ese preciso instante, el Sevilla empezó a mover el balón con más ritmo y tan solo cinco minutos después encontró el 1-2 con un disparo duro y seco con pierna izquierda del Papu Gómez que se coló por la escuadra de la meta defendida por Matías Dituro después de que Araújo desviase la trayectoria del chut.

Papu Gómez celebra el 1-2 | Imagen: LaLiga
Papu Gómez celebra el 1-2 | Imagen: LaLiga

El cuadro andaluz detectó el miedo en el cuerpo del Celta, al igual que toda su afición, que no dejaba de alentar al equipo, y no desaprovechó la oportunidad de igualar el marcador. Tan solo tres minutos después, Óliver aprovechaba un desajuste defensivo en un centro raso para pegarle con la puntera a un balón suelto en el corazón del área. Dos a dos y la inercia positiva a favor de los locales.

A punto estuvo de culminar la remontada el propio Óliver con un cabezazo al palo a centro magnífico de Acuña. El Celta trató de resistir como pudo, buscando a un Iago Aspas bastante aislado en punta durante la segunda parte, quien, de la mano de Nolito, a punto estuvo de liársela a la defensa del Sevilla en los últimos instantes de partido con una jugada sacada de su asombroso repertorio personal.

Óliver Torres celebra el 2-2 | Imagen: LaLiga
Óliver Torres celebra el 2-2 | Imagen: LaLiga

Al final, reparto de puntos que deja insatisfechos a ambos equipos. Al Sevilla, pese a seguir invicto en casa en Liga, por no poder culminar la remontada y llevarse los tres puntos que le permitirían seguir a la caza del Real Madrid; y al Celta, por dejar escapar una victoria que tenía en sus manos, si bien seguramente firmaba este resultado antes del partido.

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