Magnífica tarde-noche la que se presentó en el Benito Villamarín para albergar un fantástico Betis-Villarreal. Un duelo en la cumbre entre dos equipos con grandes aspiraciones y donde se llevaron los tres puntos los de Unai Emery por 0-2, colocándose de esta manera en puestos europeos después de varias jornadas y apuntando cada vez más alto en la clasificación.

Comenzó el Betis muy enchufado en el choque, con las ideas claras desde el primer momento y tratando de dominar al Villarreal en su campo. Lo quiso intentar Gerard Moreno bajando más para ser capaz de recibir el balón en busca de crear peligro a Rui Silva, pero era el Betis el que parecía ser mejor en los primeros 15 minutos.

Miranda disparó desde casi tres cuartos de campo con la intención de sorprender a Rulli, donde el argentino estuvo atento y repelió un balón que llevaba veneno. Más tarde, Fekir casi anota con un zurdazo desde fuera del área que detuvo el meta argentino para evitar el 1-0.

El peor golpe que recibió el submarino amarillo fue cuando Gerard Moreno se tuvo que marchar sobre la media hora de choque tras notar unas molestas en la parte trasera de la parte izquierda. El ex del Espanyol se fue bastante cabreado, pues las lesiones no están respetando a uno de los mejores delanteros la temporada pasada.

Sobre el 37’ de partido, una jugada a balón parado del Betis acabó con un gran remate de cabeza de Juanmi que fue repelido de forma brillante por Rulli, aunque el colegiado señaló fuera de juego. Una jugada que pudo dejar helado al Villarreal, que tuvo buenos minutos y lo estaba reflejando en el partido.

Todo cambió cuando los amarillos insistieron una vez más en querer adelantarse antes de que finalizase la primera mitad. Alberto Moreno puso un balón desde el córner que remató a placer Pau Torres antes la mala defensa del Betis, propiciando que el Villarreal se adelantase en el encuentro. No fue el mejor gol, pero el marcaje de Guardado y Bellerín a dos torres como son Albiol y Pau, reflejan el mal trabajo en defensa de los verdiblancos.

Antes de que acabase la primera mitad, Chukwueze tuvo que ser atendido tras un golpe recibido que le llegó a hacer sangre, pero que pudo seguir en el campo. Tras unos buenos primeros cuarenta y cinco minutos, llegó el descanso para recuperar fuerzas y coger con energía la segunda mitad.

Comenzó el Villarreal como acabó la primera mitad, con ganas de hacer sangre. Capoue filtró un gran balón a la espalda de la defensa bética para que Chukwueze anotase el segundo, pero González Fuertes señaló correctamente fuera de juego.

Ante esto, el Betis sacó la batuta y empezó a ser más dominante desde la posesión, elaborando más las jugadas. El ejemplo más claro fue la ocasión que por poco no entró de Nabil Fekir. Un balón largo que cogió el francés terminó con un disparo que se marchó lamiendo el poste derecho, una acción que pudo suponer el empate a uno.

Hubo incertidumbre ante un posible de Serge Aurier tras darle el balón en el codo tras un disparo de Borja Iglesias, pero el VAR rectificó y la acción quedó anulada para el alivio de Unai Emery, que no paró de dar órdenes durante casi todo el encuentro.

Los minutos pasaron muy rápidos para unos y muy lentos para otros. El Villarreal luchó por defender el resultado y el Betis por tratar de darle la vuelta a la situación, pues solamente quedaba ya un cuarto de hora para finalizar el encuentro.

También hubo momentos de reencuentros y la afición bética volvió a ver cómo uno de los jugadores con más calidad que pisó el estadio jugó nuevamente es su estadio. Giovanni Lo Celso, esta vez de amarillo, ayudó ahora a su nuevo equipo a sentenciar el encuentro.

Una jugada originada desde el mediocampo propició que Capoue llegase al área bética y, tras un pase de Trigueros, definiera a las mil maravillas con un derechazo desde la media luna del área para sentenciar el choque. Un gol que señaló otra vez a la defensa del Betis, que se durmió en los dos goles.

Pudo el cuadro de Emery anotar el tercero de forma casi seguida, una contra que acabó en el remate de Danjuma y que Rui Silva mandó a córner. Se crecieron los visitantes en los últimos minutos, que sin dominar demasiado mandaron en el marcador y tuvieron opciones de hacer más daño.

Y, de esta forma, terminó el partido. El Villarreal gana con autoridad y asciende de esta forma a puestos europeos, mientras que el Betis recibe un golpe duro, perdió ante un rival importante y no puntúa en casa, apretándose de esta forma la clasificación.