Barcelona B y Linares se enfrentaban el sábado 12 de febrero a las 17:00 en el Johan Cruyff. El duelo correspondía a la jornada 23 de Primera RFEF.

El Barça B volvía a sumar otro empate el día que se cumplían dos meses de su última victoria. El filial culé dejaba escapar una victoria por un penalti de Ndiaye  en el último minuto. 

El XI del Barça B

Sergi Barjuan salía con el siguiente once inicial: Carevic en la portería,
defensa de cuatro con Diounkou, Comas, Mika Mármol y Ndiaye, centro del campo para Matheus, Jandro y Lucas de Vega y en ataque  volvían con el filial Ez Abde yJutglà  para acompañar a Zacarías Ghailan.

Poca pólvora en ataque 

El partido empezaba siendo muy caótico y enérgico, como ya es habitual esta temporada en los encuentros del Barça B. Unos primeros minutos donde nadie dominaba de manera clara la posesión, aunque era el Linares quien tenía el porcentaje más elevado. La primera llegada la protagonizó el conjunto visitante, al minuto y medio de partido Ion Extaniz remataba un centro de Javi García, el balón se iba alto.

Los ataques de los azulgranas pasaban todos por banda, en su mayoría por las botas de Abde, el extremo protagonista esta temporada con el primer equipo, conducía las jugadas más peligrosas. Las dos más claras fueron centros para Jutglà, en las que el remate del delantero se marchaba fuera. En la otra banda estaba Ghailan, menos buscado que en otros partidos por la presencia de Abde, tuvo poca incidencia en el juego durante la primera mitad, aun así dejó algunos detalles de calidad.

La primera mitad no iba a tener ocasiones claras para ninguno de los dos equipos, un dominio inicial del Linares que se fue diluyendo con el paso de los minutos, y una posesión del filial azulgrana que no se traducía en llegadas con mucho peligro. 

Jutglà, el hombre gol

En la segunda parte el guion no iba a cambiar demasiado, los locales se hacían con el dominio desde un inicio y buscaban constantemente la portería rival. Ferran Jutglà era el más buscado arriba y a su vez él buscaba socios para las jugadas. El delantero ex del Español libraba constantes batallas en solitario, le llegaban los balones, pero en situaciones poco claras para generar una ocasión. A los extremos, Abde e Illias -sustituía a Ghailan- les faltó creatividad. Tenían los espacios, pero prácticamente todas las llegadas acababan en centros para Jutglà o en algún tímido disparo. Precisamente, en una de las pocas jugadas donde se atrevieron a ir más allá, llegaría el gol. Abde lograría superar a su marca con un habilidoso regate, pondría el balón atrás para que Ferran Jutglà y su instinto goleador marcaran el primero del partido.

Parecía todo controlado

El tramo final del partido transcurrió de manera muy diferente a lo que tenía acostumbrado el Barça en los últimos partidos. Los de Sergi Barjuan gestionaron muy bien los minutos finales, posesiones largas, juego en campo contrario y solidez en defensa. Sin embargo, en el fútbol todo puede cambiar con una simple acción. Ndiaye cometía penalti con un agarrón, en una acción que parecía controlada por Carevic. Hugo Díaz no iba a desaprovechar la ocasión y tranformaría la pena máxima.

No ha sido ni mucho menos un partido brillante de los azulgranas, pero sí el que tenían más controlado en las últimas jornadas. El Johan estaba preparado para celebrar la primera victoria del año y un error de Ndiaye en el añadido dejaba un empate con sabor a derrota. 

 

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