Resurgir, definido por la RAE como el acto de surgir de nuevo o volver a aparecer, y el objetivo principal del Atlético de Madrid en el momento actual de la temporada. Todo pasaba por Pamplona, seguir y vivir o caer y morir.

Los rojiblancos sabían perfectamente lo importante de este encuentro, a pesar de quedar muchos partidos de la temporada aún. Una derrota te hunde, pero el no llevarse los tres puntos en tu propio estadio contra el último clasificado de la liga te deja totalmente fuera. Osasuna tenía que ser el mártir para la resurrección de los del Cholo.

Este si es el Atlético de Madrid

El encuentro empezó a la altura de un campeón de liga, presión muy intensa, pelea por todos los balones y dominio absoluto en el campo. Poco tardó en llegar la recompensa a los esfuerzos de los colchoneros. Joao fue el encargado de poner por delante a su equipo tras recoger un rechace en el área y reventar el balón con toda la rabia contenida en los partidos anteriores.

Pero el Atleti quería más, los rojiblancos eran un león hambriento en busca de su presa, se vio por primera vez desde hace mucho a un equipo con ganas y fútbol que derrochar por El Sadar. Aunque en esta ocasión no hubo premio.

Si hay que señalar a tres jugadores en la primera parte son Herrera, Carrasco y Joao. El mexicano se convirtió en el nexo de los rojiblancos, imprescindible para que los del Cholo creasen juego, mientras tanto, Joao y Carrasco aportaron esa magia que siempre gusta ver en el fútbol. Se juntó la cabeza y tranquilidad de Herrera con el desparpajo y chulería de O'Menino y el belga formando así un Atleti diferente

Como era de esperar el Atlético tuvo que bajar el ritmo y fue cuando Osasuna se empezó a hacer grande. El dominio cada vez fue menos claro y las ocasiones dejaron de ser a favor para ser en contra. Hubo algún que otro susto al borde del descanso —como un palo de Budimir a un centro desde la banda— pero el resultado se quedó fijo desde el minuto tres que anotase el portugués.

El que dijo eso de: "Las segunda partes nunca son buenas" no debió de ver la segunda parte del Atlético de Madrid en El Sadar. Los jugadores volvieron del vestuario con las ideas muy claras: Osasuna buscaba devolver la igualada al marcador, mientras que los rojiblancos tenían como objetivo evitarlo e intentar ampliar su ventaja. 

Los primeros minutos daban a entender que los locales estaban más cerca de lograr su meta que el equipo del Cholo, pero volvió aquel viejo Atleti que se defendía como gato panza arriba dejando a los de Arrasate desesperados y sin opciones. 

En esta ocasión los jugadores del Atleti tardaron un poco más que en la primera mitad en anotar, pero tampoco demasiado, ya que a los quince minutos de iniciar Suárez —otro que buscaba su resurgir— marcó uno de los goles de la temporada prácticamente desde el medio campo después de un pase fantasioso de Joao Félix. Es cierto que el charrúa estaba desaparecido, pero es único haciendo su trabajo.

Nada es lo que parece en el Atleti

Una ventaja de dos goles en el fútbol es sinónimo de tranquilidad, pero no para el Atlético de Madrid. Después del historial que arrastran los rojiblancos dos goles no son suficientes para llevarse el partido, por eso el Cholo Simeone desde su banda alentaba a los jugadores para seguir luchando y no relajarse. Aun así, este deporte es entre dos equipos y Osasuna no quiso rendirse tan pronto. 

A partir del gol del uruguayo, Osasuna logró buenos minutos, pero tampoco incomodó al campeón demasiado. Los rojillos tuvieron el dominio del balón, aunque no supieron como aprovecharlo, ya que se encontraron con un equipo muy bien formado en el campo rival que no daba pie a ocasiones.

Se echaba a alguien en falta en Pamplona. No había salido de titular, pero se sabía que Angelito Correa iba a tener sus minutos en el campo, y vaya que si los tuvo. Tan solo ocho minutos necesitó el argentino para marcar gol. Gran recuperación del canterano Javi Serrano, buen pase en profundidad de Koke para dejar solo a Correa que definió con una tranquilidad que asusta. El de Rosario ya apunta a Manchester.

Resurgió y de que manera el Atlético de Madrid. Muy buen partido de los rojiblancos que no mostraron debilidades, se dieron un baño de confianza y sumaron tres puntos que les devuelven momentáneamente a las plazas de Champions, competición a la que ya miran de frente esperando a que Cristiano y compañía aterricen en Madrid.