El Granada CF necesita un cambio de rumbo para salir de una mala dinámica que parece no tener fin. Ocho jornadas sin ganar han metido al equipo en la pomada de conjuntos que lucharán hasta final de temporada para evitar el descenso a Segunda. Y Mestalla no parece la mejor plaza para poner tierra de por medio entre la zona de la quema y el elenco nazarí.

Ni una sola victoria rojiblanca en feudo valencianista

Treinta y dos veces ha visitado el Granada CF al cuadro che y en ninguna de ellas ha sido capaz de salir victorioso. Unos números que no invitan al optimismo de cara al trascendental choque del próximo fin de semana. Los rojiblancos han caído derrotados en veintiocho ocasiones, y solo en cuatro han logrado sacar un resultado positivo de la ciudad del Turia.

Otro aspecto que remarca la clara superioridad valencianista en estos enfrentamientos directos es el balance de goles a favor y en contra. El Valencia ha anotado la friolera cifra de 83 goles ante el Granada, lo que supone una media de más de 2,5 por partido. En cambio, el Granada solo ha perforado la red taronja en 16 ocasiones, o lo que es lo mismo ha conseguido anotar gol en solo una de cada dos visitas.

Si pasamos a observar los duelos directos más recientes entre Valencia y Granada en tierras valencianas, los rojiblancos solo han sido capaces de puntuar en la temporada del descenso, la 16-17. En aquel curso, Carcela fue el autor del tanto nazarí, que neutralizó Nani en el inicio de la segunda mitad. Una temporada atrás, Mustafi anotó el único tanto del juego para que los tres puntos no se movieran de Mestalla.

En las dos campañas más cercanas a la actualidad, el Granada compitió de lo lindo, pero se marchó de vacío en ambas. Daniel Wass, actual jugador del Atlético, fue protagonista en ambos triunfos valencianistas, ya que fue el autor de uno de los tantos en las dos temporadas. Ferran y Álex Blanco, respectivamente, lo acompañaron en la lista de goleadores, que maquilla Roberto Soldado con un gol en el minuto 90 de la pasada temporada, que solo sirvió para no dejar el cero en el marcador nazarí.