Solo se hablaba de Kylian Mbappé en la  previa. Todo el mundo temía al astro francés, algo bastante entendible dada su trayectoria y su exhibición durante los primeros cuarenta y cinco minutos del encuentro de esta noche. Sin embargo, la noche de Champions League en el Bernabéu ensalzaría a otro jugador galo, dos números por encima en el dorsal, y con una carrera mucho más dilatada. Así es, Karim Benzema fue clave en la eliminatoria y se deshizo del conjunto parisino en 20 minutos de ensueño, de esos que se recordarán siempre. Al acabar el encuentro, con una humildad más que notable, Benzema ensalzaba a la afición blanca, como principal causa de lo que se vio en el césped de la Castellana.

Más vivos que nunca

Así lo ha indicado Karim Benzema al acabar el encuentro. En palabras del francés, "cada partido es una final para nosotros, tanto en Liga como en Champions y hoy hemos mostrado que el Real Madrid está vivo". Tras anotar tres goles en la vuelta de los octavos de final, Karim ha querido resaltar la importancia del ambiente vivido en el Santiago Bernabéu, que ha conseguido gestar una de esas noches mágicas que tanto gustan a los blancos, "necesitamos a la afición como ha estado hoy, empujamos hasta el final, esta victoria es para ellos". 

Cuando todo parecía perdido, con 0-1 para el París Saint-Germain y 1-0 en la ida, Karim Benzema presionó a Donnarumma para forzar el error del portero en la salida de balón y hacer el empate. A partir de ahí, el equipo francés se borró del mapa y el Bernabéu hizo el resto. Con un Luka Modric excelso y un Benzema pletórico, el Real Madrid demostró a Mbappé que, si quiere ganar la Champions League, debe venirse a la capital de España. Noche mágica en el Santiago Bernabéu. Una más, y seguimos contando.