El Real Betis Balompié buscaba romper la racha negativa de 5 partidos sin ganar y seguir en la pelea por los puestos europeos. Un Benito Villamarín ansioso por volver a la senda de la victoria. A las puertas del partido contra el Eintracht Frankfurt... Esta alegría sube la moral.

Ni un minuto tardaron los dos equipos en mostrar sus cartas. El Betis buscó presionar muy arriba y que sus hombres más peligrosos sean protagonistas del encuentro. El Athletic esperó atrás y pretendió contragolpear con la velocidad de Iñaki Williams. Los verdiblancos atizaron el primer golpe. En el minuto 3  apareció Sabaly y filtró un balón para Borja Iglesias que repelió el portero internacional español.

El Real Betis dominaba el esférico y Marcelino optó por adelantar las líneas. Los leones encontraron la vía de peligro en los desmarques de Sancet, pero entre Bartra y Sabaly cerraban espacios atrás. En el minuto 8 recibió Yuri la primera cartulina amarilla por una dura entrada. Posteriormente, Berenguer intentó el disparo desde el vértice del área, pero no encontró los tres palos.

Los leones atacaban, pero el Betis no se encerraba atrás. En el minuto 10 llegó la ocasión más clara. Juanmi controló en la frontal, tiró la pared con Borja Iglesias y acabó rematando a los guantes de Unai Simón. El de Coín sigue fuera de servicio y se empieza a echar de menos su versión goleadora de la primera vuelta. Fekir quería ser protagonista y Berenguer se llevó una cartulina amarilla por una entrada al tobillo del francés. No cambió el transcurso del encuentro. Un corte milagroso del lateral senegalés, tras un pase preciso de Sancet a Iñaki Williams. Y posteriormente, Paul frustró el chut de BerenguerEl costamarfileño firmó uno de los mejores partidos desde su debut. Tomó buenas decisiones con y sin balón, aportó en la salida, comprendió muy bien cada acción y sin la pelota en sus botas es otro rollo: abarcó, robó y presionó. Con este nivel va a jugar muchos minutos con el técnico chileno. 

Sin un dominio absoluto, cayó el único gol del partido. Arrancó en campo propio Miranda, pasa a Fekir y el francés encaró. El de Olivares le desdobló, recibió, centró y, en el segundo palo, Borja Iglesias conectó un cabezazo inapelable para Unai Simón. Octavo gol del 'Panda' en Liga. Tenía hambre de bambú. 

Fuente: LaLiga
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Los bilbaínos intentaron reengancharse con una de sus mejores armas: el balón parado. Primero, el extremo navarro se sacó un centro-chut muy alto ante la mirada de Rui Silva. En la siguiente, el conjunto vasco realizó una jugada rapidísima que terminó en un centro milimétrico de De Marcos y cabezazo de Iñaki que se marchó muy cerca del segundo palo. Arreón de los rojiblancos. En este tramo del encuentro recibieron una amonestación Germán Pezzela y Juan Miranda. En una de sus internadas ocurrió la primera jugada polémica. El lateral izquierdo acabó por los suelos. El toque de Berenguer existió, pero fue muy sutil... Su llegada era muy forzada para dictaminar que fuese penalti. 

En líneas generales, fueron mejores los de Pellegrini e insistieron con el dominio de la posesión. Muniain sacaba su talento, pero siempre muy lejos de las inmediaciones de la portería local. Comienza la segunda parte. El centrocampista francés encaró, retrasó para Canales y el cántabro se topó con las manos de Unai Simón. El talentoso jugador de Lyon comenzó a dar show, pero se las tuvo que ver con De Marcos y Yeray.  Ese tren inferior solo se puede parar con falta, aunque Mateu Lahoz le avisó en múltiples ocasiones por sacar demasiado los brazos para girarse. 

Borja Iglesias tuvo el segundo en un buen servicio de Canales y conectó un cabezazo para ajustar el remate muy cerca del palo largo. Entonces entraron los cambios para cambiar la imagen al partido con la profundidad de Balenciaga y la velocidad de Nico Wlliams. Su verticalidad replegó a los verdiblancos, que ya pareció demasiado fatigado. Las dos bandas fueron un quebradero de cabeza, pero Sabaly ha realizado un partido muy serio y está cumpliendo con creces frente a la baja de Héctor Bellerín. "El Toro" tenía mucho trabajo en ese carril y lo solucionó sin problemas. Incluso se incorporó al ataque con apoyo para Canales en el costado derecho.

El transcurso del partido se basó en el talento de Muniain, que se sacó un caño con pisada al más estilo puro de Oliver y Benji, los giros en una baldosa de Nabil frenados por Vivian, el desborde del pequeño de los Williams y la insistencia de Canales con los balones por dentro. Un "show" muy bonito para los hinchas, pero se vio ensombrecido por una desafortunada acción.

En el minuto 79 ocurrió lo que nadie quiere en esto del fútbol. El talento de Fekir  es innegable, pero su temperamento le perjudica. En cuestión de segundos pasó de héroe a villano. Se puso a hacer toques en el balón como en el patio de su casa. Posteriormente, recibió un pase de William Carvalho y en el intento de girar recibe una falta de Óscar De Marcos. Eso no sentó bien al capitán del equipo visitante, Iker Muniain, que le recriminó algo y el futbolista le lanzó una patada que supuso su inmediata expulsión. Todo estaba por decidir, pero Marcelino no supo dar con la tecla.

Fuente: LaLiga
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El caos frenó al Athletic, que no encontró espacios, pese a jugar con uno más. El ímpetu y la comunión con la afición sostuvo el 1-0 con Guido multiplicado atrás. Paul Akoukou se marchó lesionado para dar entrada a Edgar González. La única ocasión peligrosa fue un balón que se había quedado enredado con Nico Williams y Raúl García merodeando en el área. Despejó Aitor Ruibal para poner la calma en los corazones de los hinchas béticos.

Se esfuman las aspiraciones europeas de los rojiblancos y confirman las ambiciosas pretensiones del Betis. La Liga de Campeones no parece un imposible. La ilusión que se respira en los aledaños de Heliópolis permite soñar con el himno de la Champions en el Benito Villamarín. 10 partidos en los que se enfrentará a Barcelona, Real Sociedad o Real Madrid. A estas alturas ningún equipo pone las cosas fáciles, pero este Betis va a dar mucha guerra.

 

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