Después de la conquista a la zona roja de Manchester y de descubrir que aún quedaba la zona azul por tomar, al Atlético de Madrid le tocaba volver a centrar la mente en la competición liguera española, esta vez con un enfrentamiento contra el Rayo Vallecano en el Estadio de Vallecas.

Los vallecanos no iban a plantear un partido fácil contra el conjunto del Cholo, nadie dudaba de ellos, pero el Atleti necesitaba la victoria para seguir en la parte más alta de la tabla —con un ojo puesto en El Clásico, por si el Barcelona pierde puntos—, pero el Rayo también necesitaba la victoria para volver a encauzar su rumbo en la liga después de la mala racha que llevan en este 2022.

Esta vez no hubo premio al inicio

El equipo de Simeone aterrizó de pie en Madrid después de su escapada a tierras inglesas: dominaron los primeros minutos e incluso estuvieron muy cerca de anotar en dos ocasiones, pero el gol no pudo concretarse esta vez. Mientras tanto, el Rayo Vallecano solo pudo esperar a que la tormenta rojiblanca amainase al mismo tiempo que buscaba el gol en una jugada aislada.

Con el paso de los minutos, el Atleti bajó y el Rayo subió, los rojiblancos no perdieron el dominio del partido, pero si esa superioridad en el campo. El equipo colchonero no dejó de intentarlo, pero si no pudo durante sus mejores minutos al inicio del encuentro, la situación no cambiaría en el tramo medio de la primera mitad. Para el final de la primera parte, el partido era un enfrentamiento entre dos iguales.

La segunda parte empezó con fiesta para los rojiblancos, ya que el capitán del Atlético de Madrid anotaría a los tres minutos de regresar al terreno de juego. Joao recogió un balón rechazado en el área y puso un pase en profundidad increíble para Koke, que cruzó el balón y rompió el empate del marcador. 

Tras el gol, el partido volvió a ser lo que fue durante los minutos finales de la primera parte: el Atleti bajó el ritmo y aguantó con seguridad el resultado, mientras que el Rayo Vallecano buscaba con insistencia el empate en su estadio, pero sin éxito. Pocas ocasiones hubo en la segunda parte, ni el Atleti ni el Rayo encontraban la forma de hacerse daño entre ellos. 

El lavado de cara del Atleti

El Atleti tuvo mucho por lo que alegrarse en Vallecas sin tener en cuenta el resultado conseguido. Koke anotó y parece que ha vuelto a ser el Jorge Resurrección que el Atlético de Madrid necesitaba, capitán y pilar. De Paul volvió a lograr un partidazo y se reafirma dejando claro que ha recuperado el nivel que tuvo en sus primeros partidos con la elástica rojiblanca. Otro que está en un momento de forma impecable es Joao Félix. La perla portuguesa no encuentra techo, esta vez asistió en el único gol del club rojiblanco y se convirtió en un auténtico dolor de cabeza para la defensa el equipo franjirrojo. Por último, otro de los rayos de luz en el equipo colchonero es Reinildo, el mozambiqueño se transformó en un muro y evitó numerosas jugadas peligrosas de ataque. Desde que llegase Reinildo, el Atleti ha dado un paso al frente en labores defensivas, parece que el ex del Lille era la pieza que le faltaba al equipo colchonero. 

Pero los colchoneros también tienen motivos para quejarse, después del arbitraje de Gonzalez Fuertes en el Metropolitano, esta vez fue Munera Montero el que innecesariamente ganó protagonismo. Dos posibles expulsiones del Rayo Vallecano, una por doble amarilla y otra por roja directa, de las cuales ninguna se saldó con el máximo castigo, sumado a una roja directa a Ángel Correa por un supuesto insulto al colegiado en una jugada irrelevante del partido, dejaron a la afición del Atlético de Madrid descontentos con el arbitraje una jornada más. 

Finalizó el partido en el Estadio de Vallecas, victoria para los colchoneros que suman otros tres puntos y encadenan cinco partidos ganando en la competición doméstica. Los atléticos podrán descansar  esta noche sabiendo que tienen los deberes hechos y que todos sus rivales directos aún tienen que jugar sus respectivos partidos.