Sanse y Racing abrían la jornada 30 de esta 1ª RFEF con un duelo por todo lo alto de la clasificación. Los locales buscaban frenar la racha de un líder lanzado para acechar los puestos de play-off mientras que los cántabros querían por su parte prolongar su buena dinámica ampliando la distancia con respecto a sus perseguidores más inmediatos -hasta 9 puntos más goal average antes del partido-.

Para ello, GFR formaba con su once de garantías con las únicas novedades de Mantilla por Pol Moreno (sancionado por acumulación) y la vuelta del internacional Pablo Torre tras su paso por la selección sub-19. Toda la carne en el asador pues, aunque la clasificación sea de lo más halagüeña, aún restan más de 20 puntos por disputar.

Sin especular

Lejos de salir condicionados por el rival, el césped sintético o la posición relativa de Saturno, los pupilos de GFR salieron a morder desde el primer minuto. Una presión alta comandada por Cedric, Pablo Torre, Soko y Bustos provocaba la salida en largo de sus centrales que era música para los oídos de Mantilla, Bobadilla, Fausto e Íñigo. Igualmente, la UD Sanse se mostró como un equipo trabajado que buscó maximizar sus virtudes con jugadas rápidas y transiciones verticales que incomodasen a la defensa racinguista. 

Pese a todo, la primera gran ocasión del encuentro llegó a balón parado (min. 15). Un córner botado por el '10' verdiblanco (hoy de negro) acababa en Satrústegui tras fallo del guardameta Bañuz -muy seguro el resto de la contienda-. El defensa navarro sólo en el segundo palo no conseguía dirigir a puerta cuando ya los desplazados -más de 700- cantaban el gol. Primer aviso. 

En una de las contadas combinaciones locales, Parera tuvo que emplearse a fondo para hacerse con el esférico en un pase a la espalda que ya se preparaba para remachar el atacante Arturo. Sin embargo, las ocasiones más claras fueron para los cántabros con sendos disparos de Bustos y Tienza donde Bañuz estuvo contundente, y un contragolpe en ventaja liderado por Soko que no pudo concretarse.

La presión alta racinguista obligó a los locales a jugar constántemente a través de balones largos. Imagen: UDSanse
La presión alta racinguista obligó a los locales a jugar constántemente a través de balones largos. Imagen: UDSanse

 

Inconformistas

Cualquiera podría pensar que, viendo la clasificación y la carga de partidos, el Racing podría dosificar en la segunda mitad debido a la dificultad de combinar en un campo sintético. Sin embargo, la lucha, la raza y la disputa por cada balón sin dar uno por perdido fue la tónica visitante hasta el final del encuentro. Por momentos, los jugadores de la UD Sanse se vieron superados y contrariados al no sentirse cómodos en su propio campo. La entrada de Jime les dio control de balón y más presencia en campo rival, pero Javi Vázquez aumentó las prestaciones ofensivas de un Racing que buscaba asestar un golpe -casi- definitivo en la clasificación.

Una jugada mágica de Pablo Torre en banda rompió a 2 rivales con sendos sombreros ante la atenta mirada de los Vindio-Sotileza (que también saben lo suyo de taparse la cabeza), y casi acaba en gol tras un disparo a quemarropa de Unai Medina. El propio Javi Vázquez lanzaba una falta en la frontal que no entró por centímetros -tras tocar en un defensa- y otra jugada en ventaja visitante tras robo finalizó con sendos disparos de Fausto e Íñigo -mariscales de nuevo en el MC- que se estrellaron ante el muro madrileño. 

Pese a que la entrada de Sergio Marcos en el 80 aportó frescura y claridad de ideas, todo parecía indicar que el empate en el luminoso sería el mal menor. Sin embargo, este equipo compite hasta el final y ya en el 89, Fausto Tienza robó el balón número 1000 de la contienda para ceder a S. Marcos. Este abrió con criterio a la banda de Soko que, tras caracolear ante 2 rivales puso un balón al área que Cedric dejó pasar para que el propio S. Marcos, tras una ruleta de fantasía cediera con temple a Cedric que -esta vez sí- superó el muro defensivo con 2 caños para batir al guardameta local. Locura racinguista al final por un gol que se cantó como en el propio Sardinero.

Deberes hechos

La victoria reafirma a los verdiblancos como líderes destacados de esta 1ª RFEF a la espera de lo que ocurra en el resto de la jornada. Sin embargo, estos partidos se disfrutarán más con la tranquilidad de saber que ya se han cumplido los objetivos de la semana. Una jornada menos para la consecución del objetivo. Seguimos.