Los de Simeone viajaron a Manchester con el objetivo de hacer un partido que les permitiese tener opciones en la vuelta, y así fue. El planteamiento de Simeone se ejecutó a la perfección con 5-3-2, que por momentos se convirtió en dos líneas de 5. Solo una buena combinación Foden y De Bruyne en el único desajuste de la defensa colchonera permitió que los locales se adelantasen.

El trabajo defensivo fue encomiable, por lo que es necesario hacer un análisis pormenorizado del esfuerzo de cada engranaje. Aunque también se sacrificó la faceta ofensiva, el plan de Simeone tuvo éxito, excepto por el detalle que otorgó el gol a favor al Manchester City.

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Un Jan Oblak casi perfecto

Después de haber atravesado una época algo turbulenta bajo los palos, el portero esloveno vuelve a transmitir la misma confianza que antaño. Pese a que en el partido del martes no tuvo que participar apenas, una parada clave en una falta en contra lanzada por Kevin De Bruyne y dirigida hacia su poste, hizo que el guardameta se tuviese que esforzar para hacer una parada que puede ser clave en la eliminatoria. 

En el tanto que recibió el Atlético de Madrid poco pudo hacer el portero esloveno ante el ajustado disparo del belga ya mencionado. Sin embargo, lo único reprochable al guardameta es su imprecisión con los pies a la hora de desplazar en largo o buscar conectar con algún compañero, aunque como bien saben todos aquellos que siguen de cerca al Atlético de Madrid, el juego de pies no es su especialidad. Su seguridad en estiradas, salidas y paradas compensan sobradamente todo lo anterior. Un portero tradicional.

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La defensa de antaño

Solamente en una ocasión pudo encontrar un disparo a puerta el Manchester City en la primera mitad. Ejemplo claro de la buena colocación, ayudas, esfuerzo y tensión que mantuvo la línea defensiva del Atlético de Madrid en la noche pasada. Algo que recuerda a las épocas más doradas del Atlético de Madrid con Godín, Miranda o Filipe Luis, entre otros.

En la faceta defensiva estaba la clave del partido: mantener cerrados los espacios juntando mucho las líneas con los mediocentros, para no dejar que los ingleses combinasen por el medio.

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Sin duda alguna, los Sávic, Felipe y Reinildo recibieron mucha ayuda de sus compañeros desde las demás posiciones. El mozambiqueño estuvo especialmente acertado en los uno contra uno, aunque el gol llegó por un pequeño desajuste en la marca entre él y Felipe, que poco pudo hacer Oblak para detener. A pesar de esto, fue un partido muy logrado en esa línea y queda poco que reprochar a los centrales y carrileros del Atlético de Madrid

El centro del campo y su implicación defensiva

Simeone mandó instrucciones muy claras a Kondogbia, Koke y Marcos Llorente: no podían dejar recibir entre líneas a ningún jugador del Manchester City, especialmente a Gundogan y Kevin De Bruyne, y así fue. 

Los tres centrocampistas rojiblancos, especialmente Kondogbia, estuvieron muy pendientes de que el media punta belga no recibiese el balón. En el momento en el que el pase era filtrado, los jugadores tenían órdenes de apabullar al poseedor del balón.

La línea estuvo especialmente pegada a la de los centrales con el fin de cerrar los espacios que pudiese general la circulación del Manchester City, aunque el día martes fue bastante más lenta de lo que nos tienen acostumbrados.

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Marcos Llorente tuvo la única oportunidad clara del partido para el Atlético de Madrid saliendo al contrataque. El disparo acabó en las manos de Ederson sin ningún peligro. El gran esfuerzo físico que realizaban mediocentros y delanteros después de recuperar el balón tan atrás obligaba a estos a recorres largas distancias para alcanzar la portería rival. Al terminar la jugada, las fuerzas se veían mermadas y la capacidad de decisión de los jugadores era menor.

Griezmann y Joao Félix trabajaron para el equipo

En ocasiones, tu entrenador puede requerir de ti para trabajos y funciones que uno no está acostumbrado a realizar, y este fue uno de esos casos. Simeone pidió a Joao Félix y a Griezmann que completasen una línea de 5 centrocampistas para frenar las combinaciones del Manchester City, algo que requiere de unas nociones defensivas a las que ambos no están acostumbrados.

La organización de los dos puntas y su adaptación a la estrategia fue muy buena. Simeone no quería permitir que sus mediocentros saltasen a presionar cuando Joao Cancelo, Aké o Sterling recibían el balón, así que los encargados de tapar ese hueco fueron el portugués y el francés.

La faceta ofensiva fue la sacrificada por el bien del resultado. Simeone consideró que jugarle "de tú a tú" a un equipo con tan buen manejo de balón y presión tras perdida como el Manchester City podría ser un suicidio. Necesitaba de sus delanteros y de su implicación defensiva para lograr su objetivo.

La vuelta, un partido diferente

Si bien es obvio que el resultado del partido no es favorable, la afición, el equipo y el entrenador creen en la remontada con un campo que rebosará de ambiente. Los aficionados que viajaron a Manchester se hicieron escuchar como visitantes, y como locales, desde Atleti Vavel no dudamos en que el Metropolitano será una caldera. Equipo y afición ¡Atleti campeón!