Muchos han sido los sorprendidos con la noticia de que la UEFA ha decidido sancionar al Atlético de Madrid con la suspensión de 5000 asientos en el Wanda Metropolitano para la vuelta de los cuartos de final que se disputarán en unas 48 horas contra el Manchester City.

La noticia no tardó en ser difundida por todos los medios y comentada por gran parte de la afición rojiblanca, todos rechazando rotundamente esta sanción insostenible por parte de la UEFA.

Nadie está contento en Madrid con la sanción

Según los datos de la sanción, la suspensión se debe a que, presuntamente, en la ida,  algunos aficionados realizaron saludos nazis y lo dictaminan como "conducta inapropiada". Los dos principales problemas después de que la sanción haya salido a la luz es que la UEFA no ha aportado pruebas sobre estos sucesos y gran parte de los testigos han negado rotundamente que esto ocurriese y que la sanción se ha oficializado a dos días de que el partido se dispute, con todas las entradas vendidas.

En cuanto al primer apartado, la reacción rojiblanca no ha tardado en aparecer, comparando esos supuestos actos con diferentes sanciones que se han producido (o no) en otras eliminatorias, como aquel pago de 20.000€ que tuvo que hacer el Benfica después de que su afición lanzase bengalas contra la afición rojiblanca en el Calderón o incluso sin ir tan lejos la inexistente sanción a la afición del Manchester United después del lanzamiento de objetos a Simeone en el camino al túnel de vestuarios en Old Trafford. Incluso han mencionado otros casos similares de equipos ajenos al Atlético de Madrid para remarcar el criterio de la UEFA como el lanzamiento de botellas contra los jugadores del Barcelona cuando disputaban su partido contra el Galatasaray en la Europa League. La afición colchonera está muy cansada de la organización, más aún después de la lluvia de sanciones que están sufriendo este año, tanto en las gradas como en el campo.

Por otro lado, el Atlético de Madrid reclama que es imposible llevar a cabo la sanción a tan poco tiempo de que se dispute el partido y más aún con todas las localidades vendidas. En caso de que se lleve a cabo la sanción, al club madrileño se le plantea el problema de a quién quitarle su localidad, ya que sea quien sea el afectado, será una medida injusta, todo ello sin tener en cuenta las historias detrás de cada entrada, como viajes o planificaciones previas de los aficionados que iban a ir al Metropolitano el miércoles. 

Como era de esperar, la directiva rojiblanca ha recurrido la sanción y está pendiente de su respuesta, incluso han propuesto posponer la sanción para próximas eliminatorias, pero todo depende de la UEFA y su decisión final.