El Sanse llegaba al partido en una mala dinámica, tras haber sacado tan solo tres de los últimos quince puntos, y a diez puntos de la salvación. Todo eso suponía que el partido ante el Girona era una final, seguramente el último tren para luchar por la salvación, una misión casi imposible. Por otra parte, el conjunto local llegaba tras haber perdido en La Romareda, pero en una situación completamente distinta a la del Sanse, ya que están en puestos de play-off

Se preveía un partido bonito en Montilivi, con sol y buena temperatura entre dos equipos que juegan muy bien al fútbol. Un partido vital para ambos, cada uno con sus aspiraciones. 

  • Espesos

Debido a los últimos malos resultados cosechados por el equipo txuri urdin, Xabi Alonso hacía una pequeña revolución en el once, cambiando el sistema a cinco defensas y dando entrada a jugadores menos habituales como Sangalli, Blasco y Lobete. La ausencia más llamativa era la suplencia del máximo goleador, Jon Karrikaburu, y también la del titularísimo de Olasagasti. El técnico tolosarra sabía de la importancia de Stuani en el cuadro local, y con ese ajuste defensivo de tres centrales intentaba tapar al delantero uruguayo. 

El encuentro empezaba tranquilo, con algo más de balón para el Sanse, pero sin acercarse a la meta de Juan Carlos. La primera ocasión del partido la tuvo Stuani en el 10’, pero su remate lo detuvo Zubiaurre sin complicaciones. Mediante el paso de los minutos, el cuadro gerundense iba haciéndose con las riendas del partido, con alguna llegada suelta y centros laterales. En el minuto 26, llegaba la primera ocasión para los donostiarras, una buena jugada entre Turrientes y Navarro que terminaba con un disparo de Lobete que rebotaba en las piernas de un defensa.

La primera media hora de partido de la Real B estaba siendo bastante buena, pero le faltaba lo que le lleva faltando toda la temporada, más pegada arriba y algo más de contundencia en defensa. A partir del minuto 30, llegaba el asedio del cuadro local, con varias ocasiones claras para Stuani y Álex Baena que lograba sacar Zubiaurre. El Sanse estaba sobreviviendo, pero necesitaba algo más para intentar ir a por el partido. El Girona seguía apretando, pero sin encontrar el gol, y así llegábamos al descanso, con 0-0 en el marcador

Foto: Real Sociedad
Foto: Real Sociedad
  • Perdidos

La segunda mitad empezaba con los mismos 22 protagonistas que en la primera parte, y con una Real B dominante y agresiva. A pesar de ello, las primeras llegadas peligrosas cayeron nuevamente para el lado local, haciendo mucho daño con los centros laterales. En el 56’ llegaba la ocasión más clara del partido, un gran disparo de Iván Martín que terminaba estrellándose en el palo, y acto seguido, otro remate peligrosísimo que se desviaba fuera. Eran los mejores minutos de los locales, y el Sanse estaba sufriendo. 

En el minuto 61 llegaba la jugada que rompía el partido, un balón largo a Stuani que terminaba en penalti de Urko sobre el delantero uruguayo. Él mismo transformaba la pena máxima, y ponía el 1-0 en el marcador. Golpe duro para los donostiarras, que veían cómo se esfumaban sus pocas opciones de pelear por la permanencia. Aún así, no lo dejarían de intentar, y Xabi Alonso introducía a Olasagasti y Karrikaburu para intentar sacar algo positivo de Montilivi. El equipo lo intentaba, pero el Girona estaba muy bien colocado en defensa y saliendo rápido a la contra. Llegaba una buena ocasión para los txuri urdin, un buen disparo de Alkain que se marchaba por encima de la portería de Juan Carlos.

Los donostiarras no conseguían reaccionar, y el conjunto local seguía apretando en busca del segundo gol. En el minuto 84, el Girona sentenciaba el partido con el gol de Nahuel Bustos que suponía el 2-0. El árbitro pitaba el final del partido, con una nueva derrota para el conjunto vasco. El Girona se mantiene en puestos de play-off, y el Sanse se coloca a diez puntos de la salvación a falta de seis partidos por jugar, por lo que se puede decir que es un equipo casi descendido