Joan Jordán Moreno llegó a la disciplina sevillista como muchos de sus actuales compañeros en la temporada 2019/20. Llegaba de hacer grandes temporadas en el Eibar donde se convirtió en un jugador capital para los armeros. Se trata de un jugador con un gran sentido táctico, y sobre todo, un fantástico golpeo a pelota parada, ha marcado varios goles de falta y de media distancia debido a su calidad en el disparo. En su primera temporada en Nervión anotó 2 goles y repartió 3 asistencias, su carisma le hizo ganarse el cariño de la afición sevillista. Aquella temporada consiguió su primer título europeo, la sexta Europa League para el Sevilla en Colonia tras vencer al Inter de Milán en la final.

La temporada pasada incluso mejoró los registros de la primera. 2 goles y 7 asistencias, y con ello afianzarse aun poco más en el esquema de juego de Lopetegui. El jugador catalán siempre ha gozado de la simpatía del preparador vasco. Esta temporada Joan Jordán está siendo otro, el centrocampista catalán empezó muy bien la temporada, como era ya costumbre en él, pero llegó el día del incidente en el derbi sevillano de la Copa del Rey, ahí pareció torcerse todo. No se sabe si es fruto de la casualidad o no, pero a partir de entonces, el nivel de Jordán ha bajado de manera significativa.

En los últimos partidos está recibiendo críticas por parte de la afición sevillista, por asegurar en exceso con el balón en los pies y por las perdidas que produce, una situación no aislada, ya que varios jugadores del plantel no pasan por su mejor momento. Esta temporada, hasta el momento, solo ha conseguido ver puerta en una ocasión y no ha repartido ninguna asistencia, algo a lo que tiene acostumbrado, además de sumar una expulsión. El equipo necesita al mejor Jordán de cara a las dos finales que le quedan por el objetivo, además, el sevillismo desea volver a idolatrar al Joan de las primeras temporadas, un jugador con el que muchos se identificaban y que no pasa por su mejor momento.