El Hampden Park, en Glasgow, Escocia, acogió la final de la Liga de Campeones, el 15 de mayo del 2002. Los adversarios se encontraron, el Real Madrid y el Bayer Leverkusen. 

Un hombre fue el protagonista de aquella noche, Zinedine Zidane. Una afición madridista en Escocia conmocionada por aquella volea histórica que sigue dando la vuelta al mundo y que posicionó al francés como uno de los grandes delanteros de la historia blanca.

Si bien, por los antecedentes de los merengues, una Copa de Europa no suponía una rareza, esta manera de ganarla quedó en el imaginario colectivo de los amantes del fútbol, en la historia del torneo y los escritos del deporte rey.

El gol de la victoria

El partido inició frenético, lo que se esperaba de una gran final europea. Raúl abrió el marcador al minuto 8', pero Lucio, en el 13', pudo empatar la final. Hasta la mitad del partido, la gloria blanca no se haría presente.

En el minuto 45', un desborde perfecto de Roberto Carlos finalizó en un centro altísimo, algo impropio del brasileño. La esperanza de gol en esa jugada se perdió, para todos, excepto para una persona, Zinedine Zidane. 

Zidane efectuando la volea del gol de la novena. Image by Real Madrid on Twitter
Zidane efectuando la volea del gol de la novena. Image by Real Madrid on Twitter

Midió la altura, se posicionó, acomodó su pie de apoyo y, sin dejar caer siquiera el balón al suelo, encañonó un zurdazo que batió la portería alemana

El Hampdem Park se levantó y le ovacionó. No era a menos, acababan de presenciar uno de los mejores goles en la historia del fútbol, una perfecta obra de arte.

Con esto, el Real Madrid lo consiguió. Cerró seis años de gloria en los que ganó tres Champions League (1998-2000-2002)

La historia continuó

A pesar de todo, tardó 12 años en volver a coronarse como el Rey de Europa. No obstante, esa espera mereció la pena, pues los blancos, que acabarían siendo liderados por el mismo que marcó aquel gol, se postularían como uno de los mejores equipos de la época moderna.

Cuatro Champions League llegaron a las manos de los blancos (2014-2016-2017-2018), otro hecho que trascendió el mundo, por la supremacía europea que presentaron los blancos. Otro récord al palmarés. Más trofeos. Nada ni nadie puede negar lo determinante que ha sido el Real Madrid para el crecimiento de este deporte.