La mística está intacta. No hay con qué explicarlo, no hay análisis que valga, el Real Madrid y la UEFA Champions League tienen un amor para toda la vida, de remontadas épicas y de hazañas. Esta vez, frente a un Liverpool que lo tuvo contra las cuerdas en varias ocasiones, pero que lejos estuvo de conseguir doblegarlo.
Jürgen Klopp pudo plantear su once de gala con la recuperación de varios de los futbolistas que estuvieron en duda durante los últimos días, como Virgil van Dijk, Mohamed Salah y Thiago. Del otro lado, Ancelotti apostó por Daniel Carvajal para controlar a Luis Díaz, hombre del momento en Liverpool, mientras que el extremo derecho volvió a ser Federico Valverde, quien se convertiría en el nombre fundamental para el triunfo.
El partido comenzó media hora más tarde de lo esperado debido a problemas en los accesos con fanáticos que quisieron ingresar sin entrada y una policía francesa que se vio desbordada ante la situación. Una vez que el balón rodó, como se podía esperar, el Liverpool inició presionando y volcado totalmente a la ofensiva desde el primer movimiento de balón. Al Madrid, por su parte, le costó hacer pie en esos primeros instantes de juego, hasta que por fin pudo acomodarse y encontrar los caminos hacia la portería de Alisson.
Llegado el primer cuarto de hora fue el momento de la primera gran aparición de Thibaut Courtois en el partido, con un Salah que definió forzado y el portero belga desvió con una buena intervención. Unos minutos después, nuevamente Courtois tuvo su momento de gloria, esta vez contra Mané.
Pasada la media hora de juego, se comenzó a ver mucho más claro las posturas de ambos equipos, con el Liverpool volcado totalmente al ataque y un Real Madrid que pensaba primero en contrarrestar a los 'Reds' y luego intentar lastimar con las escaladas de Vinicius.
Sobre el cierre de la primera mitad, una gran jugada individual de Karim Benzema le permitió al francés definir ante la salida de Alisson, pero el tanto fue anulado a instancias del VAR por fuera de juego del delantero, a escasos centímetros de distancia con Van Dijk.
Contra lo que se veía en el desarrollo del encuentro, a la hora llegó la apertura del marcador por parte de los 'Merengues'. Una buena jugada invidividual de Federico Valverde dejó a Vinicius abajo del arco para definir en soledad, donde el brasileño no tuvo chances de errar.
Courtois figura y la 14ª para el Madrid
El Real Madrid abría la cuenta y echaba toda la presión a un Liverpool que comenzaba a caer en la desesperación. En esa ofensiva desesperada, apareció la figura gigante de Courtois para evitar varios goles que la afición inglesa ya estaba celebrando. Los minutos pasaban y pasaban y el Liverpool seguía buscando desesperadamente el empate, pero chocaba contra una férrea defensa del Madrid que se jugaba el físico en cada jugada.
Finalmente, el partido llegó a su fin y el 'Merengue' se coronó campeón por decimocuarta vez de la UEFA Champions League. La mística del Madrid pudo mucho más que la propuesta ofensiva de un Liverpool que no pudo superar a un infalible Courtois ni a una defensa de Militao y Alaba que entendieron cómo se deben jugar las finales europeas con la camiseta del club más campeón en esta competencia.
Si bien no fue un paseo, el Real Madrid supo cómo y cuándo golpear a su rival, mientras que el Liverpool se quedó sin ideas, y las pocas que encontró fueron resistidas. La leyenda del Madrid continúa intacta en Europa y alcanza las 14 coronaciones, el doble de su inmediato perseguidor, demostrando que la UEFA Champions League y el ‘Merengue’ tienen un amor para toda la vida.