Después de perder en la final de la pasada edición de la Nations League, España comenzó el jueves una nueva edición en la que quiere más.
Tras empatar frente a Portugal la semana pasada, España viajaba a Chequia este domingo con ganas de demostrar su talento en uno de esos “partidos amistosos” a los que han cambiado el nombre para vender más y añadir mayor interés entre los aficionados del fútbol. En este periodo de selecciones y tras haber acabado todas las competiciones oficiales de clubes, a los jugadores españoles les tocaba reunirse y preparar el camino de cara al Mundial. Portugal, República Checa por partida doble, y Suiza son los equipos que esperan a “la Roja” este mes de junio.
En este segundo partido, la Selección se enfrentaba a República Checa, y Luis Enrique, una vez más, sorprendió rotando con hasta 8 cambios respecto al once elegido frente a los portugueses y dejando a Ansu Fati fuera de la lista en un partido vital para la selección. Jugadores como Eric García y Dani Olmo, claves para Luis Enrique, volvieron al once, y su aportación no acabó por ser diferencial en un partido que sería dominado en posesión, pero no en peligro.
Los españoles comenzarían con mal pie después de que en el minuto 3 un balón filtrado pilló desprevenido a Carvajal, que rompiendo el fuera de juego, facilitó la primera ocasión del partido y el gol de los checos firmado por Jakub Pešek. Los locales entraron con ganas al partido y después de ganar a Suiza querían culminar su actuación y olvidar la derrota frente a Ucrania que les dejaría fuera del Mundial.
Si algo curioso ocurrió en el primer tiempo fueron las dos lesiones de República Checa. El jugador del Getafe FC, Jantko, quién sustituyó al lesionado Zeleny en el primer tramo de encuentro, tendría que ser sustituido por problemas musculares a falta de solo 4 minutos de que el árbitro mandase a los equipos al descanso. El entrenador checo, Jaroslav Šilhavý, optó por quedarse con 10 jugadores para no gastar una segunda ventana de cambios y fue ese momento en el que España aprovechó la ventaja, y tras un buen pase de Rodri Hernández a Gavi llegaría el empate gracias a un sutil toque del andaluz que lograría superar al portero checo Vaclik.
En el segundo periodo España salió con ganas de más, y Ferran entraría de inicio sustituyendo a Sarabia. La primera de la segunda parte vendría de las botas del jugador blaugrana gracias a un gran pase a Dani Olmo que acabó despejando la zaga checa. La respuesta fue rápida por parte de la selección checa y una gran transición defensiva acabó por dejar solo a un Kuchta que no logró superar a Unai Simón por centímetros después de que el balón saliera cerca del palo del guardameta español.
Durante la segunda mitad sucederían más ocasiones. Marco Asensio, segundos después de entrar al campo, armó un disparo potente que acabó estrellándose en el palo de la portería del portero checo. Aunque fue en la siguiente jugada, que tras un nuevo fallo defensivo, un gran contraataque checo acabaría en los pies de Kuchta, que no perdonaría su segunda oportunidad poniendo el 2-1 en el marcador dejando a la Selección Española sin ideas.
A falta de un minuto, y de nuevo en el tramo final del partido, nacería de un saque de esquina el empate gracias a un gran cabezazo de Iñigo Martínez, que tras estrellarse con el travesaño entró en la portería dando una vida extra a la Selección Española en esta Liga de Naciones.
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Graves fallos defensivos
Si en algo se caracterizan los equipos de Luis Enrique es en el juego combinativo, la presión y el juego de ataque. Se puede ver claramente en la Selección Española estas grandes señas de identidad que ha trasladado el técnico, pero lo que también vislumbra a plena vista son los errores defensivos. Claro está que la culpa de todo ello no la tiene Luis Enrique, pero también lo está que el juego defensivo de la selección española no se corresponde para nada con el juego de ataque.
Las tres jugadas de peligro en este partido de domingo vienen de la misma manera; transiciones y contraataques rápidos desde la zona defensiva checa que acaban por sorprender a la zaga española, y esto es algo a lo que Luis Enrique debe poner solución si quiere optar al mayor trofeo que una selección internacional puede conseguir, el Mundial del Fútbol Profesional.
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Pablo Martín Páez Gavira “Gavi”
Hace falta hacer mención especial y extraer unas líneas exclusivamente dedicadas a él. El jugador de 17 años en el que Luis Enrique confió desde el primer momento ha vuelto a demostrar por qué es un jugador de fútbol de presente y no de futuro. Si ya el pasado jueves frente a la Selección Portuguesa fue el más destacado del encuentro, esta noche ha sacado a España de un problema en el momento en el que la Selección peor lo estaba pasando, marcando su primer gol en los 8 partidos que ha jugado hasta el momento con la selección.
Y si algo debemos tener claro los seguidores de la Selección Española es que si el “ojito derecho” de Luis Enrique sigue mostrando el nivel de ahora, la selección tiene Gavi para rato.