La llegada de Courtois al Real Madrid despertó algunas dudas en determinados sectores de la afición madridista. El pasado rojiblanco de Thibaut y los desafortunados cánticos que el belga pronunció en una celebración con el Atlético de Madrid supusieron un complejo comienzo para el guardameta. Por si todo esto no fuera poco, a Thibaut le costó adaptarse al Real Madrid y, en sus primeras actuaciones, no dio el nivel que se esperaba de él.

Así ha ido creciendo Thibaut en el Real Madrid

A partir de su primer año de blanco, Courtois fue creciendo y estableciéndose como, lo que es, uno de los mejores porteros del mundo. A pesar del innegable despliegue futbolístico de Courtois y de su papel protagonista en la Eurocopa de Bélgica, se olvidaron de él en todos los premios individuales dedicados a los porteros. Podría parecer que Thibaut ni siquiera estuviera entre los cinco mejores porteros del mundo según estos galardones, sin embargo, la realidad era totalmente distinta.

El guardameta madridista siguió trabajando, como siempre, como el primer día; siguió luchando para cumplir su sueño (levantar la Champions) y callar las bocas de todos los que no habían confiado en él o le habían minusvalorado.

El año soñado por Courtois

Así pues, este año llegó su momento. Ese momento con el que todo futbolista sueña de pequeño. A Thibaut le salía absolutamente todo, se había convertido en un muro infranqueable. Ya fuera de tiro lejano, cercano, a balón parado o de jugada… o incluso de penalti, nadie podía rebasar a don Thibaut Courtois. De este modo, el belga llevó al Real Madrid con paradones que quedarán para el recuerdo de los madridistas a levantar su trigésimo quinto título de liga. Courtois fue capaz de anular a futbolistas de la talla de Joao Félix, Ousmane Dembélé, Gonçalo Guedes o Lucas Ocampos con auténticos paradones. Su solvencia en la meta blanca le ha llevado a ostentar la segunda posición del trofeo Zamora como portero menos goleado de LaLiga, solo por detrás de Bono. Aunque cabe destacar que Thibaut disputó más partidos que el guardameta marroquí del Sevilla FC, por lo que es comprensible que le fuera más difícil mantener la puerta a cero en esos partidos de diferencia.

Asimismo, en la máxima competición de clubes a nivel continental Courtois tuvo un papel aun más protagonista, si cabe. A pesar de haber realizado una gran fase de grupos, las grandes actuaciones del belga en esta Champions datan a partir de los octavos de final de esta competición.

El camino de Courtois en la decimocuarta

El primer sorteo de la Champions unió al rey de Europa con el gran favorito para hacerse con esta Champions, el PSG. El “dream team” parecía una máquina insuperable, un equipo formado a golpe de talonario con una de las mejores delanteras del viejo continente formada por Mbappé, Neymar y Messi. Sin embargo, entre tanta estrella, un gigante se erigió para gritar bien alto que él no le temía a nada ni a nadie. Thibaut Courtois fue el encargado de frenar al tridente ofensivo tanto en la ida como en la vuelta y, por ende, mantuvo con vida al Real Madrid para que comenzara a obrarse la magia de las remontadas en el Bernabéu. Hasta tal punto fue importante la actuación de Courtois en los cuartos de final que logró detener un penalti a Leo Messi en la ida que, sin duda, podría haber decantado el devenir de la eliminatoria.

Celebración paradón de Courtois al penalti de Messi I Imagen: Getty Images
Celebración paradón de Courtois al penalti de Messi I Imagen: Getty Images

El Real Madrid había logrado tumbar al primer gigante de la competición, pero si alguien creía que con el PSG se había acabado lo complicado, estaba muy equivocado. El sorteo de cuartos enfrentó al Real Madrid con el campeón de Europa en ese momento: el Chelsea. El conjunto de Thomas Tuchel se vio notablemente superado por la apisonadora madridista en su propia casa. En un recital ofensivo como el que ofreció el conjunto blanco puede parecer que el portero no tuvo ninguna influencia en dicha victoria, sin embargo, Courtois fue capaz de hacer la mejor parada de la Champions en un tiro de Azpiliueta que se dirigía a la escuadra.

Paradón de Courtois a Azpilicueta I Imagen: Getty Images
Paradón de Courtois a Azpilicueta I Imagen: Getty Images

Tras pasar la eliminatoria de cuartos, en semis el Real Madrid se cruzó con un viejo conocido de la entidad blanca, Pep Guardiola. El conjunto citizen se impuso con bastante notoriedad en la ida de la eliminatoria, pero en la vuelta el rey de Europa volvió a hacer uso de la épica para revertir la situación. En este caso el sufrimiento fue mayor, el City venía aventajado de un gol del Etihad y, aun así, Mahrez aumentó el colchón en el Bernabéu. La hazaña parecía imposible para el Real Madrid, pero era el Real Madrid. Cuando el partido ya parecía decidido en favor de los ingleses, Courtois sacó el pie para recordarle a Grealish que estaba jugando en la casa del rey de Europa y que aquello ni mucho menos había acabado. Thibaut mantuvo las pocas esperanzas del madridismo con un par de paradas que revivieron a un equipo que, para ser sinceros, parecía estar muerto. Entonces volvieron a hacerlo, volvió la magia del Bernabéu, del Real Madrid y, sobre todo, de la Champions.

Courtois contra Grealish I Imagen: Getty Images
Courtois contra Grealish I Imagen: Getty Images

Si el camino del conjunto blanco y de Thibaut Courtois no había sido ya lo suficientemente épico aun quedaba una final que quedará grabada para la historia. El Real Madrid no lograba encontrar su sitio en el partido, un Liverpool mucho mejor asentado dominaba y llegaba con mucha facilidad a las proximidades del área madridista. El gol red parecía cuestión de tiempo, pero la meta blanca estaba defendida por un hombre que había hecho una promesa.

Paradón de Courtois a Salah I Imagen: Getty Images
Paradón de Courtois a Salah I Imagen: Getty Images

Thibaut Courtois se había prometido a sí mismo hacer historia con este club; se había prometido levantar aquella Champions que llevaría su nombre en mayúsculas; se había prometido cerrar todas esas bocas que dijeron que no entraba entre los mejores porteros del mundo… en definitiva, se había prometido demostrar que esta vez sí estaba en el lado bueno de la historia, de su historia. Pero no estaba en el lado bueno ni por equipos ni por colores ni por polémicas, estaba en el lado bueno porque estaba historia era suya, esta historia la estaba escribiendo él y, esta vez nadie podría cambiarle el final al cuento. Así pues, los tres últimos pitidos de esta Champions solo hicieron los honores para que Thibaut Courtois fuera nombrado mejor futbolista de la final y para que por fin el guardameta belga levantara su primera Champions League.

Courtois besándose el escudo del <strong><a  data-cke-saved-href='https://www.vavel.com/es/futbol/2022/06/02/real-madrid/1113392-el-balon-de-oro-una-quimera.html' href='https://www.vavel.com/es/futbol/2022/06/02/real-madrid/1113392-el-balon-de-oro-una-quimera.html'>Real Madrid</a></strong> I Imagen: Getty Images
Courtois besándose el escudo del Real Madrid I Imagen: Getty Images

Teniendo en cuenta todo lo expuesto anteriormente y haciendo un balance de toda la campaña que ha llevado a cabo el bueno de Thibaut, ¿en serio no merece el Balón de Oro? ¿Por qué? Porque es portero; porque no tiene el impacto mediático que pueden llegar a tener Messi, Cristiano o Benzema; o, quizá, porque no mete goles... Courtois lo merece, lo merece más que nadie y se cometerá una injusticia si no se premia una temporada tan sobresaliente de un guardameta. Y, ahora, que sigan criticando, menospreciando o minusvalorando al que ya es, sin lugar a equívoco, el mejor portero del mundo; mientras tanto, él continuará demostrando su valía, su dedicación y su sentimiento por la elástica blanca sobre el verde.