Coudet afrontaba esta temporada como su primer curso completo al frente de los celestes. Gran ilusión desbordaba entre la afición después de la octava plaza de la pasada liga y, junto a los fichajes de hombres como Javi Galán, Franco Cervi y Jeison Murillo, levantaron aún más las esperanzas de realizar una buena campaña.

Sin embargo, estas expectativas poco a poco fueron cayendo. No fue hasta la jornada 6 ante el Levante cuando el Celta conoció la victoria. Unas primeras jornadas donde el equipo no consiguió resultados favorables ni tampoco convencía con su juego. Fue en enero cuando el sueño de luchas por esas plazas continentales se reabrió. Tanto en Balaídos contra el Espanyol como en el Benito Villamarín ante el Betis, los de Coudet sacaron su mejor versión con dos victorias y un gran juego que maravilló a la afición.

Afición del RC Celta/ Imagen: twitter RCCelta
Afición del RC Celta/ Imagen: twitter RCCelta       

Estas aspiraciones se volvieron a disolver después de encadenar únicamente tres victorias en los siguientes tres meses (febrero, marzo y abril). Empates y derrotas ante equipos como Levante, Cádiz, Espanyol o Getafe disipó cualquier mínima ilusión que los de Coudet y su afición pudiesen tener. El equipo acabó, prácticamente, la temporada después de sellar matemáticamente la permanencia en Balaídos ante el Alavés en la jornada 35.

La Copa del Rey, la otra competición en la que participaban los celestes, supuso una nueva decepción. Después de solventar las dos primeras eliminatorias ante CD Ebro y FC Andorra (en la prórroga), cayeron eliminados ante el Atlético Baleares, equipo de 1RFEF. Esta circunstancia se da por tercer año consecutivo, ya que también cayeron ante UD Ibiza (1RFEF, en aquel momento) y CD Mirandés (Liga SmartBank). Estos resultados dejaron un muy mal sabor de boca tanto en el club y su entorno debido a que soñaban con tener opciones de llegar a las últimas eliminatorias y, por qué no, hacerse con el título.

Jugador del Atlético Baleares celebrando un gol ante el Celta/ Imagen: Marca
Jugador del Atlético Baleares celebrando un gol ante el Celta/ Imagen: Marca        

Estos resultados se dieron por diversas condiciones. Hubo fichajes que no dieron el rendimiento esperado como Jeison Murillo y, en menor medida, Franco Cervi o algunos jugadores que bajaron su rendimiento en comparación a la temporada anterior como Renato Tapia o Brais Méndez. Esto sumado a que el resto de equipos ya conocían la propuesta de fútbol de Coudet hizo que los celestes muchas veces se convirtiesen en un equipo plano y sin ideas. Sin embargo, siempre hay un salvador y este no es otro que Iago Aspas. El moañés hizo otra temporada espectacular llevándose, por cuarto año consecutivo, el Trofeo Zarra (compartido con Raúl de Tomás). Un galardón más que le hace igualar a David Villa en el número de ocasiones que han conseguido este premio (5). Además, otros jugadores como Joseph Aidoo, Fran Beltrán o Javi Galán elevaron su nivel, dejando grandes sensaciones esta temporada.

Finalmente, el Celta acabó 11º con 46 puntos, sellando así la que será su 11º temporada en la máxima categoría del fútbol español. Posición que les alejó de puestos de descenso, pero también de la parte alta de la tabla.

Una temporada tranquila que asentó al equipo, pero que estuvo marcada por el ruido que se creaba fuera del vestuario.

  • Los murmullos crearon una atmósfera tóxica

Las críticas a Coudet por su gestión de cantera o por tener un único plan han crecido en los últimos tiempos, dejando en duda su continuidad (tema que el mismo aclaró y seguirá, al menos, un año más en Vigo). El argentino concedió al equipo una tranquilidad de la que carecía temporadas atrás. Pero, aun así, esto no fue suficiente para ahuyentar las críticas hacia él. La falta de confianza y minutos a jugadores jóvenes como Gabri Veiga, Jose Fontán o, incluso, Miguel Rodríguez es uno de los principales problemas que se le ve al entrenador.

La relación Mouriño-Denis es otro de los murmullos que ha marcado esta campaña. Desde el Club se ha comunicado que Denis deberá buscar una salida este verano o se sentará un año en la grada de Balaídos. El origen del conflicto está en el veto a una agencia de representación de la que Denis es socio. Por su parte, el jugador ha mostrado querer seguir jugando en el club e, incluso, ha recibido el apoyo de los seguidores que han llegado a pitar a su presidente y a corear el ”Mouriño no, Denis si”.

A todo esto se suma también la acusación a Santi Mina por abuso sexual. El jugador ha sido apartado de la plantilla una vez que se ha conocido su sentencia. El club le abrió un expediente a su vez y dejó de formar parte activamente del equipo.

  • El futuro y la próxima temporada

Se deja así atrás una temporada para encarar la campaña del centenario. Desde el club buscan crear un proyecto ilusionante para dar un salto de calidad y mejorar lo hecho esta temporada. Con la contratación de Luis Campos como asesor externo se buscará confeccionar una plantilla que brinde alegrías a la afición.

Luis Campos será el asesor externo del club/ Imagen: Moi Celeste
Luis Campos será el asesor externo del club/ Imagen: Moi Celeste        

Hasta el momento ya han sonado varios nombres para incorporarse al equipo como Williot Swedberg, jugador sueco de 18 años que podría unirse al equipo, según cuentan medios como Faro de Vigo o AS. A su vez, el club también necesita vender y entre los principales candidatos se encuentran Denis Suárez, por la relación con el presidente, o Javi Galán, que ya ha sonado para FC Barcelona y Fulham, entre otros.