El técnico cordobés ha logrado una ampliación de contrato más que merecida tras su gran labor como entrenador del combinado femenino.
Toril logró revertir la situación
No debe caer en el olvido que Alberto Toril recogió un equipo hundido anímicamente y bastante mermado físicamente. El Real Madrid, hasta su llegada, había coqueteado con los puestos de descenso y no lograba alzar el vuelto en una Primera Iberdrola que parecía estar quedándole grande. La dinámica tan negativa que arrastraban las futbolistas dirigidas por David Aznar cambió por completo cuando tuvo lugar el relevo en el banquillo madridista.
Asimismo, el primer partido de la era Toril en el Real Madrid fue, ni más ni menos, contra el FC Barcelona. El campeón de España y de Europa llegaba al Alfredo Di Stéfano como líder indiscutible del campeonato nacional y con una dinámica absolutamente arrolladora. Sin embargo, y para sorpresa de muchos, las merengues dieron la cara, compitieron y pusieron las cosas realmente difíciles a un Barça que ganó sufriendo como nunca.
A pesar de la derrota, las sensaciones de la primera toma de contacto con el nuevo entrenador fue muy satisfactoria. Aquel equipo que parecía estar tocando fondo, había logrado competir y poner contra las cuerdas al mejor equipo del panorama nacional y mundial.
Del descenso a la Champions
Además, el hito de Alberto Toril como técnico madridista no solo reside en el gran fútbol que desplegó el equipo y el gran cambio que dio el Real Madrid con respecto al anterior entrenador, sino la consecución de un puesto Champions.
Teniendo en cuenta, como hemos mencionado anteriormente, que el conjunto blanco llegó a ostentar las posiciones de descenso, parecía completamente inverosímil que ese mismo equipo consiguiera ir escalando y escalando posiciones en la clasificación hasta lograr un billete para la Champions del año que viene.
La apuesta por Toril
Cuando Alberto Toril fichó por el Real Madrid femenino, muchos medios se hicieron eco catalogando al cordobés como un entrenador de transición. Es decir, tratando de hacer ver que Alberto Toril era un parche solo para este año y que en verano llegaría otro entrenador con una planificación deportiva de cara a la campaña siguiente. Quizás, todos esos periodistas que afirmaron esas informaciones estuvieran en lo cierto en aquel momento, pero el papel sobresaliente de Toril en la temporada del club le han hecho ganarse la confianza de futbolistas, directivos y, sobre todo, de la afición.
Toril es un hombre de la casa, conoce el Real Madrid como la palma de su mano y, además, es consciente de los valores que representa y lo que implica este escudo. A buen seguro, su madridismo innato y su capacidad para transmitírselo a sus futbolistas haya sido la clave de su éxito.