El Granada y la Lazio han llegado a un acuerdo para el pase de Luis Maximiano al equipo de la Serie A. Los dirigentes del nuevo conjunto del portugués llegaron a mitad de semana a Granada con una oferta de siete millones de euros, previa cesión de una temporada. Nico Rodríguez y Alfredo García Amado no dieron su brazo a torcer, y han acabado logrando que la oferta de la escuadra capitalina alcance los diez millones más bonus.
Premio a una gran temporada
Si el Granada estuvo con vida hasta la última jornada de la competición fue, en gran parte, gracias a Luis Maximiano. El arquero luso fue el jugador que mayor rendimiento dio en una de las peores temporadas del conjunto nazarí en los últimos años. Pese a ser el cuarto equipo más goleado, Maximiano fue el portero que más paradas hizo en la pasada edición de la Liga con 127, promediando más de tres paradas y media por partido.
Unos números que han hecho que grandes conjuntos del panorama europeo se interesaran por él. El Nápoles fue otro de los que pujó fuerte por sus servicios, pero la potente aparición de la Lazio y la indecisión napolitana ha hecho que Maximiano y el Granada se decanten por la propuesta del segundo equipo de la capital italiana.
Luis Maximiano firma con la Lazio hasta 2027 y pasará a ganar 1.5 millones de euros por temporada. Una propuesta contractual acorde al nivel del portero revelación de la pasada edición de La Liga Santander. Tras su paso por Portugal y España, Maxi llega ahora a Italia con el objetivo de competir en otra grande liga y de seguir poniendo su nombre en el panorama mundial futbolístico. La presencia de la Lazio en la Europa League puede ayudar a ello.
El Granada, sin porteros
Tras la oficialidad del traspaso de Maxi a la Lazio, y la rescisión y posterior unión al Cartagena de Aarón, el Granada se encuentra actualmente sin porteros en la plantilla del primer equipo. La Dirección Deportiva nazarí tiene tiempo por delante para encontrar dos sustitutos de los arqueros. Y es que la portería es una posición donde los dirigentes rojiblancos no se pueden permitir el lujo de errar.