Hoy no creo que sea el momento de enjuiciar si la gestión veraniega de Laporta al frente del Barsa fue muy buena o muy mala -eso ya se verá y descarto cualquier otra calificación distinta del acontecimiento- porque es preciso agradecerle que haya sido el único animador de un mercado que pasó, de ser el más aburrido de los últimos 50 años, a convertirse en un espectáculo mediático difícilmente igualáble.

Sin Joan, como figura estelar, hubiésemos sufrido, tanto la prensa como millones de aficionados, un aburrimiento histórico. Se ha convertido, sin duda, en el hombre de moda, aunque haya “perdido la línea”, para todos los que amamos el fútbol de siempre. Unos lo querrán elevar a los altares y otros sentenciarlo a muerte, pero a nadie ha dejado impertérrito. Vale la pena pagar la entrada a su show porque nunca defrauda.

Quizás los rivales le podrán acusar de “trilero” o de haber hecho “juego revuelto”… pero ha conseguido lo que parecía imposible hace un mes: que el sentimiento culé, que estaba sumido en un estado de máxima depresión, haya revivido y ya se estén presentando como favoritos para conquistar LaLiga. Eso es fútbol.

Ha vuelto a ilusionar de verdad a los azulgranas, cosa que no era nada fácil, y a crear el ambiente propio de la gran competición española. Señoras y señores, hagan juego, porque, cuando todos nos preparábamos para una temporada ramplona, vamos a tener una gran Liga.¡Vaya si vamos a tener Liga!

Y se lo debemos a él, que va a correr el enorme riesgo económico de futuro del club para conseguir mantener el slogan, pregonado también por Xavi: “en el Barsa sólo vale ganar y jugando bien”, slogan que va camino de ponerle difícil el primer puesto al sempiterno “mes que un Club”.

El Barsa, como gran club que es, puede arriesgarse doblando su deuda hasta ganar, porque tiene un patrimonio enorme, pero mirando siempre de reojo porque, si se produce un duro golpe negativo en plena crisis, puede llegar a ser definitivo.

Esa es la gran incógnita: ¿será el gran triunfador o pasará a la historia como el “enterrador” del Barsa? Se lo ha jugado al todo o nada. ¿Valiente o suicida? El tiempo lo dirá, pero ha conseguido no dejar a nadie indiferente. Se ha quejado amargamente de la herencia de Bartomeu.… pero recibe al contado el 25% del mejor activo que tiene el club (la televisión) para los próximos 25 años. Pillín, pillín.

Ha hecho méritos para que su cuadro, aunque sea presidente algo posterior, ocupe un lugar entre los históricos de los 90, en esa pinacoteca en la que aparecen mis queridos coetáneos Mendoza, Gil, Lopera, Ruiz Mateos, Gaspart, Fouto, Del Nido, Caneda, Roig...

Yo a Laporta lo viví, y lo sufrí, en toda su intensidad. Al mismo tiempo que le regalaba al Deportivo un cuadro contra la violencia... forzaba una comida con el entorno de Albert Luque horas antes de un encuentro decisivo, para “mostrarle” un interés que no existía. No se rían que los observo. No se va a ganar siempre… y menos a Joan.

“El Mago de la palanca” es un auténtico encantador de serpientes. Se le tolera todo. Su sonrisa de niño bueno le permite ir con los de la feria y volver con los del mercado. En el uno contra uno es muy hábil, tanto como para haber hecho trizas su apuesta electoral, basada en el SÍ de Messi y en el NO a Xavi… y quizás triunfar con Xavi al frente y sin un Messi para el que no se activó palanca alguna. Insuperable.

Y ojo que aún nos queda, mientras el agua exista en la piscina del Barsa, mucho salto de palanca hasta el 31 de agosto. Se activarán la tercera, cuarta... para potenciar con destacados jugadores la retaguardia culé. Nadie podría decir que el dinero escasea.

Acaso ustedes se estarán preguntando qué es lo que yo opino. No se adelanten a la lección. ¿Recuerdan aquello del gallego en la escalera? Pues eso, porque cada día estoy más convencido que las raíces del apellido Laporta están en mi tierra.

En cualquier caso, Joan Laporta se ha hecho acreedor en mi particular “Cuadro de Honor” de LaLiga al premio “El más listo de la clase”, por su imaginación, engañando con sus regates a propios y extraños, cuál si de un Garrincha de los despachos se tratase. Encontró el camino del posible éxito...  a cambio de “perder la línea Dior” de la que presumía en las pachangas en Porto con mi afillado Jorge Mendes como anfitrión.

Joan Laporta, también por su renuncia a integrarse en el acuerdo CVC merece la distinción, al igual que debo otorgarle a Florentino Perez el “Premio Extraordinario”, y no tanto por sus éxitos deportivos, como por haber diseñado esa máquina de hacer dinero -el Nuevo Bernabéu- que, unido a la rémora que será para casi todas las SAD entrar en el CVC de Tebas y “las palancas” del Barsa, hará que el Real sea no solo el más poderoso de España, sino de todo el mundo del fútbol,incluidos los clubs-estado

Real Madrid y F.C.Barcelona, por distintos caminos, pero de la mano, han puesto en solfa el control económico de Tebas, destapando las “trampas al solitario” que se le pueden hacer, bien a través de su propio “invento” del acuerdo con CVC, como a través de “las palancas” del sin par Laporta, inspirado en la filosofía del fondo.

Augusto César Lendoiro
Ex-Presidente R.C.Deportivo