Miércoles, 7 de septiembre, primer partido del Atlético en Champions esta temporada. Otra vez frente al Oporto, un viejo conocido que ya les tocó en la pasada campaña. Y una victoria con locura final, todos los goles se anotaron en el descuento, los tres del encuentro.
Un once poco común
Diego Pablo Simeone debutó esta temporada en el mayor torneo europeo con un equipo titular extraño, conforme a los que nos tenía acostumbrado sobre lo que llevábamos de temporada. Simeone alineó a Oblak a pesar de sus supuestas molestias ocasionadas durante la visita a la Real Sociedad hace menos de una semana. Nahuel Molina volvía al 11 después de su grave error ante el Villarreal que le costó la derrota al Atlético. Por lo demás, la defensa era la frecuente que había estado usando el Cholo. Witsel, Reinildo, Giménez y Carrasco. Lo sorprendente llegaba en el mediocampo. Un tridente rocoso y muy español era el que saldría en principio con Koke, acompañado por las sorpresas de Saúl y Marcos Llorente en esas posiciones. Dos jugadores que han tenido que lidiar con jugar en lugares que no eran los suyos comunes, de carrileros. De diferente manera, poco sorprendente era la delantera que repetían una vez más, Joao Félix y Álvaro Morata.
Una primera parte poco vistosa
Comenzó el partido y hasta el descanso tuvo la misma tónica, un encuentro aburrido donde los dos equipos no dejaban un respiro al contrario y no cometían ningún error en defensa. El Atlético jugó de manera pobre sin poder combinar grandes jugadas. Joao Félix era el único que aportaba cosas diferentes en momentos. Pero poco más en favor de los rojiblancos. El Oporto era fuerte atrás sin equivocaciones, con Pepe como capitán de la defensa y del equipo.
La segunda parte y los cambios
Acostumbrados nos tiene Simeone de enseñarnos los mismos cambios y en minutos similares. A pesar de ello, Simeone se mostraba con ganas de victoria al cambiar a Nahuel Molina en el descanso por Rodrigo De Paul y a Lemar por Carrasco, por lo que Llorente pasaría al carril derecho y Saúl al izquierdo. Simeone cambiaba por completo el mediocampo, menos el intocable Koke
Minuto 60 y aparece Griezmann en escena, algo típico ya, se fue Saúl Ñíguez que no estuvo mal, pero al que todavía le falta. Esta era la entrada de uno de los protagonistas, aunque 7 minutos después se realizó el cambio clave, Mario Hermoso entraba por Morata.
Siguió el juego en favor del Oporto, fuertes atrás y sin cometer equivocaciones. Mientras el Atleti lo intentaba con más prisa que acierto, y eso conllevaba que se descuidasen atrás. A pesar de ello, el club colchonero marcó en una buena jugada colectiva, pero fue anulado por fuera de juego. El equipo portugués tuvo varias ocasiones para adelantarse, después de ser sometidos, fueron quiénes tuvieron las más claras.
Minutos claves
Llega el minuto 80 y todo parecía perdido, el Atlético no encontraba la fórmula para meterle gol al contrario y ya no estaba Joao Félix en el campo, Simeone lo había cambiado por Ángel Correa.
Y llega el error del Oporto, esta vez el verdugo fue Mehdi Taremi, que fue expulsado con una segunda amarilla por una simulación en la que intentaba engañar al árbitro para hacerle pitar penalti. El colegiado no cayó y le enseñó la segunda. Estarían con uno menos para el final del partido.
El final apoteósico
Llega el descuento y los colchoneros asediaban la portería portuguesa. El arbitró dio 7 minutos de descuento por tiempo perdido en VAR y una lesión de Otávio que tuvo que salir en camilla del terreno de juego.
Minuto 91. Hermoso engancha un balón perdido en el área. Chuta y el rebote hace una parábola extraña que se convierte en una vaselina sobre el portero. Gol del Atlético. Mario Hermoso, otra vez.
Pero es que eso no fue todo, cosas del destino, el defensa que había marcado, se convierte esta vez en villano y realiza un penalti tonto por mano. Marca el Oporto de penalti, Oblak la roza, pero no fue suficiente, empata el equipo portugués con uno menos fuera de casa ante el equipo más fuerte del grupo. Minuto 104.
Con las pérdidas de tiempo y la decisión del VAR por el penalti, el partido se alargó hasta más allá del minuto 100.
Todavía no se había acabado. Córner a favor del Atlético de Madrid. Era la última jugada, el árbitro deja sacar el córner y no pita el final. La bota Lemar, Witsel prolonga al segundo y sorpresa, Griezmann anota. Euforia absoluta, culminación a una noche mágica. El galo se besó el escudo y se reivindicó. Locura absoluta en el Metropolitano.
El partido se acabó tras el gol y el club colchonero cosechó algo más que tres puntos en su primera noche de Champions de la temporada.