Han pasado ya los primeros meses de Antonio Rüdiger en su etapa como futbolista del Real Madrid. El central alemán se ve muy bien adaptado al fútbol español y a la vida en la nueva ciudad, algo para lo que fueron fundamentales tanto el entrenador, Carlo Ancelotti, como su compañero y compatriota, Toni Kroos.

En una entrevista reciente, Rüdiger confesó una situación que vivió con Ancelotti apenas llegó al club, con el entrenador visitando la casa del jugador para conocerlo a él y a su familia: "Sólo llevaba unas horas en nuestra nueva casa con mi familia, estábamos haciendo una barbacoa, hasta que de repente sonó el timbre. Lo abrí y frente a mí estaba Carlo Ancelotti. Un momento de asombro. Se sentó a nuestra mesa, comió con nosotros y conoció a mi familia. Muy normal, muy realista. Estuvo dos horas y hablamos de todo”.

El ex Chelsea confesó lo que significó para él que Ancelotti tuviera ese gesto: “Soy sincero, nunca había experimentado algo así, ningún entrenador había hecho algo así por mí. Después de unos meses con él, tengo que decir que cuando se trata de tratar con jugadores, Ancelotti es intocable. Don Carlo, una leyenda de los entrenadores, ya coleccionaba títulos de la Liga de Campeones cuando yo era un niño. Trabajar con él todos los días en el club más exitoso del mundo es maravilloso".

Toni Kroos, fundamental en la adaptación de Rüdiger | Foto: Real Madrid
Toni Kroos, fundamental en la adaptación de Rüdiger | Foto: Real Madrid
 

Además, Rüdiger comentó que Toni Kroos, su compatriota, ayuda mucho en su adaptación al español: "Siempre nos llevamos bien y con respeto en la selección, pero siempre únicamente intercambiábamos dos frases entre nosotros. Algo así como "hola, ¿cómo estás?" y "adiós". Tal vez porque simplemente no tuvimos suficiente tiempo. He conocido a otro Toni Kroos en el Real Madrid. Habla muy bien español, es completamente abierto y también muy servicial. Me ha apoyado con el idioma desde el primer día y se ha ofrecido a ayudarme con otras cosas varias veces. Es un tipo muy relajado".

Su llegada al Real Madrid

"Sólo había dos opciones para mí: o me quedo en el Chelsea o me voy al Madrid. Alemania no era una opción seria. A finales de abril se hizo realmente concreto. Pero antes de que todo estuviera claro, mi hermano me engañó un poco. Jugamos con el Chelsea contra el Madrid en los cuartos de final de la Champions League. Después de la derrota de la ida, de repente me dijo: "¡Toni, no sé si esto todavía funcionará! En el partido de vuelta hay que demostrarlo todo para que se siga adelante". Tenía la cabeza destrozada, eso me motivaba", contó el defensor.

"La fuerza del club es enorme. Desde fuera, puedes imaginártelo más o menos, pero experimentarlo tú mismo es algo completamente diferente. Aquí todo se trata de ganar. No hay otra opción. Cuando miro a tipos como Luka, Toni o Karim, están tan profundamente relajados que para ellos incluso una final es lo más normal del mundo", concluyó.