Reparto de puntos en El Sardinero en esta jornada 8 de LaLiga Smartbank que enfrentaba a Racing y Málaga. Duelo de cierta urgencia debido a las posiciones de descenso que ocupaban ambos equipos al comienzo del partido, y que ninguno consigue eludir tras el empate. El Racing fue a por el partido desde el pitido inicial ante un Málaga más intermitente que también gozó de ocasiones. La falta de acierto en los metros finales y la madera en dos ocasiones mantuvieron el empate inicial. 

Buenas intenciones

Con el objetivo de confirmar con puntos las buenas sensaciones del equipo en Eibar, los racinguistas salieron muy enchufados desde el pitido inicial. Sin un dominio claro del esférico, los pupilos de GFR buscaron la meta rival a través de transiciones rápidas y ataques por las bandas, con un Pombo eléctrico en la MP. Las primeras ocasiones no se hicieron esperar: Pol Moreno remataba fuera por escasos centímetros un centro preciso de segunda jugada, y Mboula y Mantilla (finalmente titular) llegaban a línea de fondo con claridad -y calidad-. Un centro preciso del canterano racinguista que Sekou envió fuera trastabillado fue la más clara del partido para abrir el marcador (min. 20). La mala suerte se cebó con el ariete que tuvo que abandonar el encuentro por precaución, dejando su sitio a Matheus Aiás (min. 27).

Atrás, el Málaga CF también consiguió inquietar a los cántabros con varias transiciones donde Álex Gallar y Rubén Castro llevaron el peso ofensivo, pero la defensa estuvo muy solvente con grandes anticipaciones y cuerpeos de todos los hombres de la zaga, así como por las ayudas de Juerguen y, especialmente, Íñigo Sainz-Maza.

Con el partido algo más calmado tras una primera media hora frenética, llegaba la otra gran ocasión racinguista. Pombo era derribado en la frontal -en otra gran acción del atacante verdiblanco, que está realmente fino- y el propio delantero maño se encargaba de estrellar el lanzamiento en el palo, ante la atenta mirada de un Manolo Reina ya batido (min. 43). Otro palo y al descanso.

Pombo se prepara para un golpeo con el exterior. Imagen: RRC
Pombo se prepara para un golpeo con el exterior. Imagen: RRC

Empuje insuficiente

El paso por vestuarios dejó a Mantilla en el banco -que se resintió de sus molestias- siendo sustituído por Aldasoro. Por lo demás, misma hoja de ruta para un encuentro con más fútbol que acierto

Los cántabros seguían intentándolo con combinaciones en banda entre Íñigo Vicente -cada día más participativo y entonado-, Matheus y Pombo, sin llegar a acertar en los metros finales. La entrada de Aldasoro no modificó el ataque por banda derecha y fruto de una combinación con Mboula -que firmó su mejor partido con el Racing- nació el segundo poste de la tarde. Latigazo con la zurda del extremo catalán que se estrelló contra la escuadra malagueña. Se resistía.

A partir de ahí, llegadas alternas de ambos equipos, si bien en ningún caso los guardametas tuvieron que emplearse a fondo. Seguridad por parte de Miquel Parera a los disparos tímidos de los visitantes, y errores en la toma de decisiones finales por los locales. De hecho, la polémica llegó con una salida en falso de Manolo Reina, que no solo atrapó el esférico con las manos fuera del área, sino que además clavó los tacos a Matheus en una dura entrada. Lo que podrían ser dos tarjetas rojas se saldó con una amarilla para el guardameta, que tenía cara de no saber ni cómo se había salvado de aquella. La presencia de Escassi cubriendo a Matheus abre el atisbo de duda para que el VAR no interviniera. Tampoco esa moneda cayó de cara.

En definitiva, el Málaga escapó con el botín de un punto tras un partido donde lo más normal habría sido una victoria local. La defensa estuvo expeditiva ante las acometidas visitantes y solo en un centro lateral aparecieron los fantasmas en una salida tímida de Parera. Los centrocampistas estuvieron correctos y Peque, Camus y Arturo -los revulsivos habituales- dejaron destellos de chispa en los pocos minutos que tuvieron. Que entre la pelotita y este equipo crecerá con ella.