El Levante ha cesado este lunes por la tarde a su entrenador, Mehdi Nafti, después de un inicio irregular de campaña. El cuadro levantinista, que descendió a Segunda División junto con el Granada CF y el Alavés, no termina de arrancar y sólo ha cosechado 10 de los 27 puntos disputados hasta la fecha, cuatro unidades menos que el propio Granada.

Rojiblancos y granotas fueron dos de los clubes que más se movieron en el mercado estival y están entre los mejor clasificados en cuanto a límite salarial para esta temporada. Sin embargo, en ambos casos el poderío económico no se está viendo reflejado sobre el césped, al menos hasta la fecha.

El Granada CF volvió a firmar este sábado un empate a cero en el Toralín ante una Ponferradina que pudo incluso ganar la contienda en los minutos finales. La escuadra dirigida por Aitor Karanka mostró una mejor imagen que en partidos anteriores, merced a la mayor participación de Melendo, pero continúa negado de cara al gol y suma únicamente dos dianas en los últimos seis partidos.

Las sensaciones fueron mejores con respecto al mal partido en casa frente al Huesca, pero los resultados siguen sin llegar y los rojiblancos siguen fuera de los puestos de playoff de ascenso. El punto cosechado en Ponferrada ha dado algo de aire a un Karanka que llegaba contra las cuerdas y que, por lo pronto, se sentará en el banquillo frente al Sporting de Gijón (jueves, 21:00 horas) y en la visita a Tenerife (domingo, 21:00 horas).

El técnico del equipo nazarí tiene ahora la ardua tarea de certificar la mejoría y convertirla en tres puntos balsámicos. De no lograrlo, el ambiente en Los Cármenes el jueves sería ya irrespirable; la afición ya pidió la dimisión del preparador vasco en la última cita como local y, aunque no mayoritariamente, también se pitó desde la grada al equipo.

Una grada a la que, por cierto, volverá como un aficionado más Jaime Esteban, recientemente despedido de su cargo en el Área Social del club. El que fuera presidente de la Peña del Granada en Madrid ha sido, junto con Gerardo Morales, también destituido en junio, artífice del crecimiento de una afición que sí ha ofrecido su mejor imagen bajo la batuta de ambos. Un granadinista de pro cuya responsabilidad en la entidad se esfuma paradójicamente tras el anunciado acercamiento del club a sus hinchas.