Día de la comunidad valenciana. Día para los valencianos. Día para celebrar. O al menos, eso pensarían la mayoría de levantinistas al recibir al penúltimo clasificado de esta Liga SmartBank. Sin embargo, los racinguistas son conscientes de la trayectoria ascendente que impulsa al equipo y afrontaban con ilusión y confianza el encuentro. Los jugadores van a más y qué mejor escenario para demostrarlo que en todo un Ciutat de València. Los famosos procesos.

Once reconocible

Para ello, GFR alineó lo que parece ya el once "tipo" de este inicio de temporada, con la única novedad de Aldasoro en el lateral derecho ante las lesiones de sus tres compañeros -que ya es decir-. La defensa parece inamovible mientras sigan las porterías a cero y el centro del campo funciona a la perfección. Matheus es la única referencia actual y Pombo -el Zidane maño- está de dulce. Sólo las bandas dan opción a alternativas por el buen nivel de Marco Camus, pero tanto Íñigo Vicente como Mboula van a más y se empiezan a parecer al jugador que prometían. ¿Alguien ha dicho procesos?

Con el pitido inicial se atisbó lo que iba a ser el encuentro. Verticalidad, llegadas y transiciones rápidas que provocaron situaciones claras de gol. Una gran jugada de Brugué tras superar a Aldasoro y Pol -que sufren en espacios abiertos- fue desbaratada magistralmente por Miquel Parera para evitar el 1-0. A partir de ahí, festival ofensivo de los verdiblancos que hicieron méritos para uno o varios goles. Un remate de Satrústegui que se fue fuera por poco, fue la menos clara (min. 11). Posteriormente, Matheus tuvo dos clarísimas que él mismo provocó, pero que Cárdenas y una mala decisión -estaba Pombo sólo para empujarla- impidieron que subiera el 0-1. Con otro remate claro de Soldado a la salida de un córner se llegó al final de la primera parte con el marcador inicial. 

Ambiente ejemplar entre ambas aficiones. Imagen: RRC
Ambiente ejemplar entre ambas aficiones. Imagen: RRC

 

 

 

 

 

 

Y llegó el gol

Tras el descanso y con la duda de Aldasoro -con amarilla y siendo superado en varias ocasiones- mismos protagonistas sobre el césped para tratar de romper la igualada. Dificilmente iba a ser con ocasiones más claras que en la primera mitad, y los más pesimistas del lugar ya se temían lo peor. Nada más lejos. En apenas un minuto, robo preciso de Juergen para Pombo que recibió con espacio y condujo hasta la frontal. Un desmarque de Matheus abrió la banda de Mboula que puso un balón tenso ante la salida tardía de Cárdenas. En el área, Ruben Vezo se encargaba de empujarla ante la amenaza lejana de Matheus. Tuvo que ser así. 0-1 (min. 46) y la olla granota estallaba en pitos hacia su equipo.

A raíz del gol, los racinguistas jugaron más cómodos si cabe y pudieron marcar el segundo en varias ocasiones, especialmente una de Juergen que casi en el área pequeña mandó al travesaño con Cárdenas batido. Los granotas dieron signos de evidente tensión y nerviosismo, buscando el juego directo con numerosas imprecisiones aunque también con llegadas de cierto peligro. 

Cuando el partido estaba más abierto tras la entrada de Marco Camus, Aldasoro era expulsado en otra acción desafortunada por su banda (min. 78). A partir de ahí, el Racing cerró filas y apenas sufrió, achicando con acierto los conatos de ataque locales. Mención especial para Eneko Satrústegui que no concedió ni una en su mejor partido del año. Pol Moreno sigue creciendo -procesándose- gracias a la compañía de Rubén Alves, que cubre lo suyo y parte de lo de sus compañeros. Imperial. Además, la entrada de Fausto Tienza fue determinante para evitar las acometidas locales y Ayoub estiró al equipo provocando varias faltas y dando apoyo y oxígeno arriba. 

Polémica y otra roja

La nota negativa del partido se vio en la sustitución de Juergen en el minuto 88. El cafetero se echaba al suelo justo antes del cambio por molestias musculares y fue instado por el árbitro con más prisa de la habitual -y hasta un leve empujón- a abandonar el campo por la banda. Esto calentó a la grada de animación levantinista que -presumiblemente- se acordaron de toda la familia del colombiano y le mandaron un afectuoso saludo. Juergen les devolvió el cariño con un aplauso de agradecimiento que, si bien inicialmente estuvo dedicado a los desplazados racinguistas, se prolongó durante toda su salida a escasos metros de la afición local, que cada vez sumaba más familiares a la lista de saludos. Una situación que, tras unos 20 segundos, el árbitro cortó con una tarjeta roja para el centrocampista. Una verdadera lástima, pues Juergen es de los jugadores más en forma del equipo, y uno de los artífices de la buena racha de los montañeses. Pendientes de la sanción.

El propio Juergen se disculpaba al término del partido ante la posible malinterpretación de sus gestos, que pueden llegar a ser entendibles en una situación caliente de un encuentro donde te estás jugando tres puntos vitales. Sin embargo, los futbolistas son un espejo donde se miran las nuevas generaciones, y hay que intentar que el ejemplo dado sea el mejor posible. De igual manera, se puede vivir con intensidad y picante un partido como el del domingo, animando desde la grada sin necesidad de recurrir al insulto o menosprecio a la mínima situación desfavorable. Hay que hacer del fútbol un entorno más sano entre todos, sin perder la esencia que nos une y lo mantiene vivo.