El Valencia CF y el Sevilla FC se enfrentaron en el Sánchez-Pizjuán en un encuentro clave para el transcurso de la temporada, ya que son dos equipos que tenían la clara necesidad de sumar los 3 puntos para conseguir sus objetivos. El Sevilla es uno de los equipos que peor se le ha dado al Valencia, pero fue superior por completo al equipo de Sampaoli y se llevó un merecido empate repartido en una buena mitad che y otra buena sevillista. Los locales llegaban al partido en un complejo momento, no habían conseguido los puntos que hubiesen deseado a principio de temporada, pero sí han desplegado un gran juego en los últimos partidos en liga. El Valencia, por su parte, llegaba tras un empate en LaLiga que dejó por destacado un gran partido de Cavani.
Primeros 45 minutos
El Sevilla FC salió con Bono; Telles, Montiel, Nianzou, Carmona, Acuña; Gudelj, Óliver Torres, Papu, Rafa Mir e Isco. Con este once inicial, Jorge Sampaoli le daba la oportunidad el murciano Rafa Mir. El delantero español gozaría de múltiples ocasiones durante el partido que le llevarían a rozar el gol, incluso a lograrlo con un tanto que fue anulado posteriormente por fuera de juego.
Al conjunto dirigido por Jorge Sampaoli le costó arrancar en el partido, tanto es así, que hasta el minuto 16 el control del balón y las llegadas fueron del conjunto entrenado por Genaro Gatusso. Continuos asedios de los jugadores del Valencia, en los cuales, Bono ya salvaba a su equipo y pronosticaba un encuentro duro como el que iba a ser y finalmente en el minuto 5, Cavani lograría el único tanto valenciano en el partido.
Una vez superado este intervalo de los 20 minutos iniciales, el Sevilla FC empezó a mantener y controlar el balón de lado a lado, con un Gudelj que se dejaba el alma en cada jugada e intentaba dirigir al equipo desde el principio hasta el final de las acciones, sin embargo, no obtuvo premio y el Valencia continuaba asediando.
Segunda Mitad
La segunda mitad empezaba de una manera contraria a como comenzó el partido por parte del Sevilla. El conjunto de Nervión empezaba a funcionar y tanto Óliver como Isco hacían clara una superioridad que de momento no se reflejaba en el marcador.
El Sevilla empezó una segunda mitad en la que mereció meter goles, un equipo dinámico y vertical, pero sin profundidad, cosa que le penalizó en el marcador. El equipo andaluz le faltó ese jugador determinante por banda que tuvo años anteriores y Jesús Navas fue el único que consiguió realizar estas acciones.
Lamela en una acción de córner tras una llegada imperial de Kike Salas que peinaría al segundo palo para que el argentino remate sin problemas. Posteriormente, Yassine Bono, demostraría una vez más que está volviendo a su mejor estado de forma. En una jugada de infortunio sevillista entre el bote, Jesús Navas y el Papu Gómez, ninguno de los 3 se entendió para despejar el balón y el Papu no consiguió meter bien la pierna para el posterior robo de balón a Justin Kluivert, sin embargo, ninguno de ellos sería el causante de un penalti que posteriormente Bono pararía.
Kike Salas, el joven canterano, empujaría al atacante che y cometería infracción, señalando así el árbitro tras varios minutos de revisión por el VAR, penalti para el Valencia y posterior parada de Bono. El Sevilla FC certifica así la mejoría de resultados mostrada tanto el pasado fin de semana contra el Athletic Club como la del martes en Alemania contra el Dortmund y la defensiva mostrada en Mallorca. En el partido, sin embargo, por momentos, no reflejó la mejoría de juego defensivo mostrada anteriormente, pero si mostró una clara mejora en el ataque con unas bandas que empieza a hacer mucho peligro con Jorge Sampaoli.