El Celta de Vigo llegaba a la jornada 11 de La Liga necesitado de cortar una racha de tres derrotas consecutivas, pero acabó chocando contra un combativo Getafe que a punto estuvo de llevarse los tres puntos de Balaídos.

Sin ideas

El balón comenzó a rodar bajo una lluvia intensa que dificultaba la tarea de controlar el esférico. Su tacto resbaladizo y numerosos rebotes convirtieron los primeros minutos en un mar de imprecisiones. La primera jugada fluida llegaría en el minuto 12, cuando Aspas recibió una asistencia en profundidad en banda derecha, levantó la cabeza y dio a Larsen un magnífico pase de la muerte para que el noruego batiese a Soria. Sin embargo, el gol sería anulado por fuera de juego. Justo después, a Marchesín se le escurrió inexplicablemente un balón dentro del área que de milagro no aprovechó ningún jugador del Getafe. La afición, inquieta por las dudas de su equipo para afrontar un partido clave contra uno de sus rivales directos, empezó a incrementar los decibelios, empujando a los hombres de Coudet a atacar con mayor decisión. Pero el Celta, aunque dominaba la posesión, se quedaba sin ideas cuando llegaba la hora de finalizar las jugadas.

Twitter: LaLiga oficial
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El tapado

En el 30', Hugo Mallo se retiraría lesionado tras una arrancada por banda, entrando al verde en su lugar un Mingueza que cuajó el que es, hasta ahora, su partido más completo como futbolista celeste. Desde sus primeras acciones demostraría un alto compromiso defensivo, y también de él nació la mejor ocasión del Celta en la primera parte, tras un desborde fantástico y posterior pase atrás que Iago Aspas no alcanzó por centímetros. Quedaban cuatro minutos más de descuento para que los protagonistas se fueran a la caseta cuando Unai Núñez se excedió en una entrada sobre Ünal, cerca de la media luna del área de Marchesín. El mismo futbolista turco fue el encargado de disparar, clavando un tiro potente y con efecto que superó la barrera y luego al arquero argentino. El Getafe se adelantaba en Vigo sin haber creado apenas peligro, y la afición hizo notar su disconformidad con una situación que le resultaba familiar. El Celta aún estaba asimilando lo ocurrido cuando llegó el descanso.

Todo corazón

La primera parte había sido mala y CoudetBalaídos lo sabían. Si no se podían crear ocasiones con un fútbol de salón, se llegaría a la portería contraria por todos los medios posibles. Así empezó el Celta el segundo tiempo, y así fueron los siguientes 45 minutos. El monólogo celeste del juego era mucho más incisivo que en el primer tiempo, intentando finalizar las máximas jugadas posibles mientras el Getafe capeaba el temporal.

Un latigazo de Veiga en el 57' que estuvo cerca de ser gol animó al conjunto local en su búsqueda del empate. Aspas comenzó a tocar más balón, participando con acierto en la distribución de juego y generando situaciones de ventaja para sus compañeros. En uno de estos pases del genio de Moaña, Cervi se habría quedado completamente solo frente a los tres palos de no haber sido porque se le escapó un control que parecía sencillo. Los locales lo intentaban con más corazón que buen juego y el reloj corría.

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Quien la sigue la consigue

La actitud había cambiado, pero el marcador continuaba inmóvil, a lo que Coudet respondió en el minuto 66 retirando a Cervi y a Larsen del campo para dar entrada a Carles Pérez y Paciência. En lo que se ajustaban los cambios, el Celta aflojó el ritmo, lo que apunto estuvo de costarles la sentencia del partido tras un córner mal defendido y posterior volea de Portu, que acababa de entrar al césped.

Siguieron las llegadas y siguió el balón rodando de un lado al otro del campo del Getafe, pero seguía sin llegar esa ocasión evidente de peligro que pudiera proporcionar el empate a los locales. Fran Beltrán y Gabri Veiga se marcharían a falta de diez minutos del final para que De La Torre y Tapia oxigenasen el ataque y medio del campo celeste, respectivamente. El tiempo se agotaba y la afición se hacía notar como nunca antes en el partido, quizá porque se olían lo que estaba a punto de suceder. En el 89', Aspas colgó al área pequeña un centro medido, Aidoo se adelantó a su marca y su remate centrado entró en la portería con violencia doblando las manos de David Soria. El estadio se caía, y lo habría hecho del todo si una gran combinación entre Aspas y Óscar en el último minuto hubiese culminado la remontada.

Finalmente, empate entre Celta y Getafe en un partido de luces y sombras que no disipa las dudas que empiezan a crecer sobre el conjunto del Chacho Coudet.