Primera derrota de la temporada para la UD Las Palmas. El cuadro dirigido por García Pimienta se fue de vacío de El Alcoraz contra un Huesca que fraguó uno de sus mejores encuentros desde la llegada del Cuco Ziganda. Un solitario gol de José Ángel Carrillo al cuarto de hora de partido fue suficiente, unido a un excelente trabajo defensivo, neutralizó por completo el asedio del conjunto amarillo. La escuadra grancanaria seguirá siendo líder una jornada más, pero ha visto cómo sus perseguidores no han fallado y la zona noble de la tabla sigue estando muy igualada.

En el mundo del fútbol se suele decir que se pueden sacar más y mejores conclusiones de una derrota que de una victoria. El trabajo que tiene la UD ahora es a contrarreloj: saber detectar qué falló en El Alcoraz y trabajar en cómo solucionarlo en apenas 48 horas. El martes, los amarillos recibirán a un Burgos que planteará un partido muy similar al del Huesca, por lo que García Pimienta debe mover las piezas adecuadas para que los tres puntos se queden en la isla.

Por su parte, el conjunto oscense sale muy reforzado de este triunfo. El cuadro alto-aragonés no pierde desde el pasado 18 de septiembre y, tras cuatro empates en los últimos cinco partidos, esta victoria de prestigio ante el líder de la categoría hace ver que el método Ziganda funciona. ¿Qué fue lo que hizo el Huesca para neutralizar a Las Palmas y por qué los grancanarios no fueron capaces de derribar la muralla rival? 

Pimi blinda el centro del campo en un once sin Sandro

García Pimienta había advertido que habría rotaciones en el once respecto al equipo que había ganado al Cartagena la jornada pasada. Florin Andone se cayó de la lista por molestias y Enzo Loiodice no se había entrenado con el resto de sus compañeros por motivos personales. El cuerpo técnico entendió que el equipo tenía recursos ofensivos suficientes para este partido y por tanto, pese a que fue convocado, Sandro Ramírez vio el partido desde la grada. La famosa cláusula del miedo (cerca de 200.000€) privó al atacante grancanario de jugar ante su ex equipo.

Ante este panorama, el técnico de la UD decidió blindar el centro del campo para no perder el control del partido. Conocedor de que el Huesca es un partido que se siente cómodo en los partidos de ida vuelta, Pimi quería evitar a toda costa este tipo de situaciones. Nuke Mfulu y Fabio González salieron de la partida, con Óscar Clemente alternando en la izquierda con Jonathan Viera y Marc Cardona en la punta de ataque. El elegido para ocupar la banda derecha fue Álvaro Jiménez.

En el otro lado, Cuco Ziganda fue fiel a su estilo. El 4-4-2 es seña de identidad del entrenador navarro. Gran importancia al doble pivote, formado por Cristian Salvador y Kento Hashimoto. A diferencia de otros partidos, donde David Timor salía fuera de su posición natural de pivote para jugar de defensor, la estrategia contra el armamento ofensivo de la UD fue la de sentar en el banquillo al ex jugador amarillo para poner a dos centrales puros: Jeremy Blasco y Jorge Pulido

En el esquema de Ziganda son muy importantes los costados. Marc Mateu, jugador polivalente donde los haya, salió desde la izquierda, mientras que el carril derecho lo ocupó Gerard Valentín. El extremo catalán, que ya sacaba de quicio a la defensa de la UD cuando jugaba en el Lugo, fue una figura clave en el partido. En la punta de ataque, Juan Carlos Real escoltaba a José Ángel Carrillo, único goleador del partido.

La UD se presenta tarde en El Alcoraz

Una de las claves de la victoria oscense fue que Las Palmas entró dormida al encuentro y no despertó hasta que se vio por detrás en el marcador. El Huesca comenzó el choque siendo incisivo en la presión y jugando de manera muy directa cuando tenía el balón. A diferencia de otros conjuntos, que eligen hacer daño a la UD por la derecha, Ziganda insistió en penetrar por el carril zurdo. Gerard Valentín protagonizó varias cabalgadas a la espalda de Sergi Cardona y en una de ellas llegaría el único gol del duelo.

La jugada comienza nuevamente en banda izquierda. Gerard Valentín rompe hacia dentro, se zafa con facilidad de Sergi Cardona y ante la llegada de Mfulu y Eric Curbelo se va por potencia. Peca de confianza la zaga amarilla y el extremo del Huesca culmina su gran jugada personal con un pase atrás en línea de fondo. José Ángel Carrillo, un especialista del área, recoge el balón y bate a Álvaro Valles. La efectividad del conjunto oscense fue máxima, pues esta acción fue su único disparo entre palos y fue suficiente para llevarse la victoria.

Fue entonces cuando la UD acabó de despertar y se puso el mono de trabajo. Sin embargo, a los amarillos se les presentaba un problema mayúsculo. Si ya de por sí el Huesca es un equipo que se encuentra cómodo sin balón y defiende con solvencia, cuando está por delante en el marcador termina por cerrar filas para amarrar el resultado. Las Palmas por tanto monopolizaría la posesión del balón, pero le costaría horrores hacer un daño real al entramado defensivo de Ziganda. Falló sobre todo la toma de decisiones cuando se llegaba al área con un mínimo de calidad y se optaba por buscar un último pase o un recorte en lugar de buscar portería.

Jugadores del Huesca celebran el gol de Carrillo | Fotografía: La Liga
Jugadores del Huesca celebran el gol de Carrillo | Fotografía: La Liga

Esta dinámica se hizo más evidente tras el descanso. Antes de la reanudación, García Pimienta quitó a Fabio y a Álex Suárez para ganar más presencia ofensiva con Álvaro Lemos y Alberto Moleiro. El tinerfeño iba a alternar esa posición de falso extremo con Viera, que desde el principio tenía libertad total de movimientos. Sin embargo, el guion del partido no cambiaba. El asedio de la UD era total pero el Huesca se defendía con relativa comodidad.

Pejiño revoluciona el partido pero sin fortuna

El jugador que le dio a la UD la presencia ofensiva que necesitaba fue sin duda Pejiño. El de Barbate sustituyó a Álvaro Jiménez a la hora de encuentro y fue el que más lo intentó. Partiendo desde la izquierda pero siempre metiéndose por dentro, el 24 amarillo dispuso de las mejores ocasiones para poner la igualada. Destaca sobre todo un disparo en el corazón del área tras una buena asistencia de Sergi Cardona y que Jorge Pulido salvó con un corte providencial. La segunda fue más clara, porque esta vez el disparo de Pejiño si encontró portería tras otra jugada personal suya, pero no logró darle dirección y le salió más centrado de lo que quería.

Ziganda blindó todavía más al Huesca, sobre todo en los últimos minutos. Viendo el daño que estaba haciendo Pejiño por banda izquierda, metió en el campo a Vilarrasa, poniendo doble lateral en ese carril. Añadió a un centrocampista de gran trabajo defensivo como es el canterano Pablo Tomeo y ahora sí que incorporó a David Timor para incrustarse entre los centrales. Del 4-4-2 a un 5-4-1 en el tramo final del partido. Le sería imposible a la UD igualar el marcador.

     

Pese a la derrota, la imagen de Las Palmas sobre todo en la segunda parte fue positiva. Desde el club se quiere ver el vaso medio lleno tras el gran arranque liguero. El Huesca tuvo que hacer su partido más completo, sin cometer errores atrás en 94 minutos y aprovechando su única oportunidad de gol para doblegar al cuadro amarillo. Ahora, el cuadro grancanario tiene una oportunidad única de regresar a la senda del triunfo con dos partidos seguidos como local, ante Burgos y Eibar.

En el otro lado, satisfacción absoluta en Huesca. El equipo alto-aragonés, que realizó su mejor partido desde que Ziganda está en los banquillo de El Alcoraz, vive un momento dulce. Han conseguido armar un bloque sólido y compacto al que cuesta hacer daño y ahora sele ha unido una efectividad total en ataque. Si logran mantener esta dinámica, sin duda será un conjunto que peleará por cotas mayores este curso.