Nueva victoria del FC Barcelona en la jornada 13 de LaLiga Santander, esta vez con el aliciente de haber sido el último partido en el Camp Nou de una leyenda del club como Gerard Piqué. El conjunto culé venció a un Almería cuya propuesta fue muy pobre y pudo haberse llevado un resultado mucho más abultado. Con los tres puntos de hoy, los azulgranas se sitúan como líderes provisionales con 34 puntos a la espera de lo que haga el Real Madrid. 

El encuentro comenzó con un Barça que quería resolver por la vía rápida. La salida agresiva del conjunto local encontró su premio en el minuto 5 cuando, después un remate de Ferran Torres, Kaiky rechaza el balón el brazo provocando un penalti. Aunque se le ofreció a Piqué lanzarlo, el capitán culé insistió para que fuera Robert Lewandowski el que lanzara. El polaco, titubeante, marró la pena máxima realizando una ejecución extraña en la que combinó un pequeño salto antes de golpear el balón con una 'paradinha'.

Ferran es una fuente de fútbol

La primera mitad fue un auténtico asedio por parte de los de Xavi. Ferran se convirtió en un manantial inagotable en la generación de ocasiones y, a pesar de errar varias de ellas personalmente, fue el principal caudal ofensivo del equipo. Su asociación en la banda izquierda con Jordi Alba fue una mina de oro para los azulgrana.

La otra cara de la moneda fue Ousmane Dembélé. El francés se mostró errático en la conducción, en el desborde y falló una ocasión manifiesta de gol en la que eligió la peor opción y posible. Sin embargo, lo más preocupante de su fútbol están siendo la toma de decisiones, estamos viendo a un Dembélé que, en cuanto tiene varias opciones o tiempo para pensar, toma la peor decisión posible

Finalmente, el asedio blaugrana en los primeros 45 minutos se fue sin recompensa.

Lo que Dembélé te da, Dembélé te lo quita

Comenzó la segunda mitad y, tras un descanso en el que las redes sociales estallaban contra el francés por su estrepitosa primera parte, Dembélé decidió hacer una absoluta genialidad: arrancada por la derecha, dejó a dos defensores atrás y la disparo cruzado y ajustado al segundo palo. Maravilloso.

Aun así, el '7' no tardaría en volver a cometer un error grave decidiendo en el minuto 58 cuando, tras regatear al portero,  decidió intentar recortar a los zagueros que chutar a puerta vacía. Una de cal y una de arena.

El Barcelona continuaba atacando ante un Almería que se presentó en el Spotify Camp Nou con un fútbol muy pobre y una defensa muy blanda. Llegaban los cambios y un Ferran Torres, visiblemente molesto, dejaría su sitio a Ansu Fati. Precisamente de un fallo a portería del '10' surgió el segundo gol del Barça cuando, tras una parada de Fernando a su remate, Frenkie De Jong se encontró con el rechace muerto y definió a placer

El momento que nadie quería

Los siguientes minutos del partido fueron prácticamente testimoniales. Más allá de Lewandowski y Ansu Fati, que se vieron ansiosos por marcar, el resto del equipo bajó mucho las revoluciones (quizás con los ojos puestos en Qatar). Se siguieron sucediendo los cambios en el conjunto culé hasta que llegó el momento: minuto 83, entraba Christensen, se marchaba Gerard Piqué.

El estadio se deshizo en aplausos y ovaciones en honor a la majestuosa trayectoria del defensor. Piqué, tras despedirse de sus compañeros, se marchó al banquillo emocionado para despedirse allí del cuerpo técnico y del resto de compañeros. 

Con la victoria ya en el bolsillo, la escuadra blaugrana tiene ya los ojos puestos en el partido del próximo martes en El Sadar ante Osasuna, último partido previo al Mundial de Qatar. Encuentro de vital importancia para mantenerse en la disputa por una liga que sigue en un puño.