Volvió el Barça. Los de Xavi empataron en casa ante el Espanyol y dejaron buenas sensaciones, especialmente en la primera mitad. El punto obtenido le hace compartir la cabeza de LaLiga con el Real Madrid, contando cada uno con 38 tantos en su casillero (los culés se encuentran por encima por el número de goles a favor).

Una primera parte con sello Xavi

El encuentro comenzó con un Barcelona dominante. El equipo se estiró y empleó una presión excelente orquestada por un magnánimo Frenkie De Jong, que ocupaba la posición de pivote. Los azulgranas se consiguieron adelantar pronto con un gol de Marcos Alonso tras un saque de esquina que no consiguió rematar bien Robert Lewandowski, el rechace le llegó al lateral (central hoy) y remato para conseguir abrir el marcador.

Los locales continuaron atacando y encontraron dos filones en las bandas; Ansu Fati y Raphinha. El español y el brasileño contaron con sendas ocasiones para ampliar la ventaja pero no estuvieron concisos. El ex del Leeds fue el que contó con mejores oportunidades para encontrar el segundo, la primera en un contragolpe generado por él y Gavi, la otra un latigazo durísimo desde la frontal que casi se le escurre a Álvaro.

Lewandowski no tuvo el día

En el partido en el que el ariete polaco mostraría a su afición la Bota de oro conseguida en la pasada temporada, no consiguió mostrarse agresivo y marró más de una ocasión. De primeras, tuvo un buen remate al segundo palo en el minuto 14 que fue bien despejado por el portero visitante. Otro testarazo hizo que rozara el gol en el 55 cuando, tras un precioso gesto con el cuello, remató abajo pero el cuero se marchó por la línea de fondo. Aunque, sin dudas, la que se lleva la palma fue la ocasión clarísima que erró en minuto 88, ya con empate en el marcador, cuando, tras recibir solo entre líneas, falló en la definición con la zurda y Álvaro consiguió tapar su remate.

No fue el regreso soñado del 'pichichi' de LaLiga.

Un Mateu sediento de protagonismo 

Desde el comienzo de la segunda parte se vio a un Espanyol más incisivo. Tras su floja primera parte, los 'pericos' buscaron el empate con más descaro que fútbol y se encontraron un penalti en el 72, tras una infracción en forma de pisotón de Marcos Alonso a Joselu. El delantero no dudó y la metió por el centro, sin titubeos.

Después del empate, comenzó el 'Show de Mateu Lahoz'. Tras una primera parte en la que había sacado cinco cartulinas amarillas y había parado el partido en repetidas ocasiones para "argumentar" con los futbolistas, decidió expulsar a Jordi Alba en medio de su frenesí de amonestaciones. Solo dos minutos después, paró el juego de nuevo para expulsar a Vini Souza y a Cabrera. El primero vio la segunda tras una falta a Sergi Roberto en la que se aplicó la ley de la ventaja, el segundo vio la cartulina roja por pisar a Lewandowski cuando estaba en el suelo tras haberle hecho falta. Tres minutos después, el colegiado valenciano decidió recurrir al VAR y anular la cartulina roja a Cabrera. Inaudito. 

Un Barça plano

En la segunda mitad, especialmente desde la entrada de Busquets por Gavi, el equipo pegó un bajón considerable en la presión tras pérdida y en la circulación rápida de balón. Las entradas de Dembélé y Ferran Torres no fueron la solución para un Barça que tuvo su mejor oportunidad del final del partido en un remate de Christensen que fue repelido por Álvaro. 

Encuentro que deja muchas lecturas para Xavi, especialmente de cara a la rotación de extremos y a saber si es ya hora de que Frenkie tome el mando del equipo y Busquets pase a un rol mucho más secundario, las sensaciones son totalmente opuestas con uno u otro en el campo.