El FC Barcelona ha conseguido su primer título desde la Copa del Rey de 2021. En una exhibición, los culés han devorado a un Real Madrid sin fútbol ni carácter y se ponen en posición de poder conseguir cuatro títulos en la presente temporada. Por otro lado, el Real Madrid ha perdido la oportunidad de conseguir seis títulos en una sola campaña.

La victoria comenzó en los banquillos

Tanto Xavi como Ancelotti decidieron plantear el choque con cuatro jugadores en el mediocampo, pero obtuvieron resultados muy diferentes. Mientras que la medular de los blancos se encontraba atascada y no conseguían encontrar espacios ni realizar presiones efectivas, los cuatros culés volaban comandados por un imperial Frenkie De Jong y un renacido Sergio Busquets.

Aun así, el elemento diferencial en el partido de hoy fue, sin atisbo de duda, Gavi. Xavi colocó al sevillano como verso libre en el partido y el resultado no pudo ser mejor: moviéndose por dentro y por fuera, como 'falso extremo' y 'falso interior', fue un auténtico quebradero de cabeza para la defensa madridista y, de esos movimientos, nacieron los tres goles de su equipo acabando el partido con dos asistencias y el gol que abrió el marcador.

El 'Renacido' Busquets y un partido de Oscar

Cuando salieron las alineaciones de los dos equipos, muchos culés se quejaban de la presencia del '5' en la medular, catalogándolo como el eslabón débil de la escuadra azulgrana, sin embargo, la actuación del capitán no pudo estar más alejada de las predicciones. Sergio realizó un encuentro de esos que nos recuerdan el porqué entra en la terna de los mejores pivotes de la historia.

Impecable en la salida de balón, soberbio en la presión y contemporizando el partido a su antojo. Controló a titanes como Toni Kroos o Luka Modric con sus conducciones en la circulación y fue el timón de un equipo que sigue jugando como juega por tener a jugadores como él.

La consagración de Gavi en la élite

Gavi se ha ganado entrar ya en la conversación de los centrocampistas 'top' a nivel europeo. Ha sido el completo protagonista de un encuentro que empezó, se desarrolló y terminó bajo su influencia.

Consiguió el primer gol del partido tras un error de Camavinga,  recuperación de Busquets, Lewandowski lo asistió y la cruzó ante Courtois.

El segundo gol tuvo los mismos protagonistas que el primero: tras un espectacular pase al espacio de De Jong, Gavi apareció por la izquierda y habilitó Robert para que marcara el clásico gol a bocajarro de nueve puro

El tercer gol del partido, ya en la segunda mitad, también nació de su asociación con el polaco: aparición de Gavi, que recuperó ante Ceballos y se la dio a Robert. El polaco aguantó y se la devolvió, el canterano volvió a medir los tiempos. Esperó la entrada de Pedri y se la metió al segundo palo para que el canario remachara y hacer subir el tercero.

Con Araújo en octubre, otro gallo hubiera cantado

El defensor uruguayo sigue construyendo su postulación a ser uno de los potenciales mejores centrales del mundo, o al menos uno de ellos. Nuevamente le tocó bailar con 'la más fea' y su partido fue de nota. Vinicius no encontró espacios en ningún momento y en el uno contra uno fue incapaz de superar a un Ronald que cada vez gana más confianza. Es obligatorio también comentar el papel de sus compañeros, si el '4' azulgrana se puede permitir jugar de lateral, es porque tiene a dos guardianes como Koundé y Christensen en el eje de la zaga, dos seguros de vida.

Viendo el mal trago en competición europea que pasaron en Barcelona sin la presencia del uruguayo, es inevitable pensar qué destino hubieran tenido con él en el campo porque, cada día está más claro, Araújo no tiene techo.

A este Madrid no le salva ni la épica

Se hace raro ver a un Real Madrid sin carácter y sin casta mientras disputa una final. Los merengues llevan dos temporadas supliendo sus  carencias futbolísticas a base de carácter, orgullo y de tener a dos gigantes en las áreas como Karim Benzema y Thibaut Courtois, pero hoy ni siquiera eso les ha salvado. Karim consiguió el gol del honor en el 92 para poner un estéril 1-3 en el luminoso.

Hemos visto a un Madrid desarbolado, poco intenso, sin creatividad y con una defensa que ni el gran nivel del Courtois ha podido tapar. El bajón físico de Modric y Kroos, el fin del 'momentum' de Valverde (hoy vapuleado por De Jong), la inexperiencia de Camavinga, un Rüdiger perdido y una falta de recursos en el banquillo que ha condenado a un equipo que se ha visto superado en todas las líneas.

El campeón de Europa solo ha sido humillado dos veces en las últimas dos temporadas y las dos han sido ante el Barça del menospreciado Xavi. Una vez puede ser casualidad... ¿pero dos?