Nadie duda de la irregular y convulsa temporada que está viviendo el Atlético de Madrid. Cada uno achaca el problema a una cosa diferente, véase, el no se juega a nada, los jugadores no están comprometidos o el Cholo tiene que irse ya. Pese a que los problemas parecen muchos, se pueden resumir fácilmente en una palabra. Gol. Lo más importante en este deporte, lo único que sirve de hecho y, precisamente, lo que el Atlético concede con facilidad y le cuesta un mundo hacer.

Porque ni Morata, ni Griezmann, ni Correa, ni Depay, ni, en su momento, Joao Félix o Cunha, han sido capaces de erigirse como la referencia goleadora de un equipo que anda a la deriva, sin nueve, y sin previsión optimista de ello. Si se lleva esto a los datos, se encuentra que el máximo artillero rojiblanco es Morata con siete tantos por los 14 de Lewandowski, los 9 de Benzema y los 9 de Sorloth, principales artilleros de los equipos que comparten zona Champions con los del Cholo.

Esta falta de gol adquiere vital importancia cuando los rivales a enfrentar en las próximas dos jornadas son Athletic Club y Real Madrid, que han encajado 22 y 17 goles, respectivamente, lo que les convierte en dos de las mejores defensas del campeonato, aunque lejos de los 7 goles encajados por el Barcelona de Xavi, que de seguir así apunta a récord histórico.

Con toda esta información en la mano, cabe pensar que la solución lógica en la próxima ventana de fichajes pasaría por traer un 9 de referencia y apuntalar la zaga con centrales que aporten seguridad al equipo. Sin embargo, la afición rojiblanca vive en la eterna duda. ¿Se fichará lo que el equipo necesita o se volverán a traer jugadores que solo cumplen un requisito del famoso dicho “bueno, bonito y barato”?