La incertidumbre hace mella en Pablo Torre. Y es que la situación que el de Soto de la Marina vive a día de hoy en Can Barça no es la más ideal. Al contrario, el ex del Racing de Santander pasa por un anómalo momento en el conjunto blaugrana condicionado por una falta de minutos, con activos importantes no disponibles, que no se esperaba en el entorno del jugador. El partido frente al Cádiz del pasado domingo en el Camp Nou, fue la chispa que terminó de encender la mecha: Torre estuvo haciendo trabajos de calentamiento durante el descanso y la segunda parte junto a Alarcón, y regresó a vestuarios desde el mismo lugar de donde vislumbró el choque, el banquillo.

Asentarse en un equipo como el FC Barcelona nunca es fácil, ni siquiera para los mejores jugadores que han pasado por el club catalán. Los conceptos de los que proviene Pablo Torre, son la némesis del estilo Barça, todo lo contrario a lo que Xavi Hernández propone, y si a eso le sumas que el técnico lo concibe como un mediapunta (posición que no existe, o apenas se recurre a ella en el esquema del club culé), tiene lugar el origen del motivo de este problema.

Escasez en el contador de minutos de Torre

Fotografía de: @fcbarcelona_es vía Twitter
Fotografía de: @fcbarcelona_es vía Twitter

213 minutos con la casaca blaugrana. El minutero de Pablo Torre acumula cierta cantidad de tiempo y contabiliza, en total, seis partidos disputados vestido de corto con el FC Barcelona y un gol anotado frente al Viktoria Plzen en la competición europea. El jugador ya debutó en Champions, Liga y Copa del Rey, pero no ha obtenido la continuidad esperada. La última vez que el aficionado culé vio a Torre participar en un encuentro con los colores blaugranas, fue el pasado mes de enero frente al Ceuta en la Copa del Rey. 

El filial, un sitio en el que tampoco termina de despuntar

Fotografía de: @FCBarcelonaB vía Twitter
Fotografía de: @FCBarcelonaB vía Twitter

Rafa Márquez ha contado en dos ocasiones con Pablo Torre para el Barça Athlétic, y en ambas ha tenido minutos. Sin embargo, las cosas son contradictorias en cuanto al caso. Xavi percibe al jugador como un activo importante para el filial, pero no termina de entrar en dinámica con ellos. La situación no contenta al de Cantabria y, según informó Adrián Sánchez en Más Que Pelotas, el club está molesto con ciertas actitudes del futbolista y con la tardía adaptación que está teniendo en el equipo, que condiciona también su situación para bajar con el conjunto filial del técnico mexicano, y entienden que "se ha borrado de muchos partidos" para no ir convocado con ellos. 

Las clausulas de Pablo Torre, ¿Posibles condicionantes?

Fotografía de: fcbarcelona.es
Fotografía de: fcbarcelona.es

Cuando el FC Barcelona desembolsó cinco millones de euros al Racing de Santander por hacerse con los servicios del jugador cántabro, estipuló unos variables que podían hacer ascender cierta cifra hasta los 20. El aumento de la cantidad de traspaso se cerró en función de los partidos y minutos disputados por el jugador con el Barça: por cada diez partidos en los que Torre jugase, más de 46 minutos, el conjunto culé debería desembolsar un millón de euros al equipo santandereano, con tope en 14 millones de euros. El máximo para ello se encuentra en 140 partidos. Además, el hipotético debut de Pablo Torre con la Selección Española obligaría al Barça a realizar un pago de un millón de euros extra, que cierran así los 15 de variables estipulados en la negociación contractual para fichar al futbolista.

El Barça ya buscó cederlo en verano, y en invierno

El mes de agosto de 2022 supuso una rotonda con dos salidas para el futuro de Torre: sobre la mesa estaba continuar en dinámica de primer equipo en busca de minutos o regresar un año más al Racing de Santander en calidad de cedido y disputar así, el recién adquirido ascenso de categoría con su ex club. Sin embargo, una ley FIFA destruyó por completo las pretensiones de ambas partes, ya que la misma estipula que un futbolista no puede salir de su club en calidad de cedido sin haber transcurrido 16 semanas desde la oficialización de su fichaje. Esta sanción hubiera implicado una multa económica y la prohibición de inscribir a futbolistas durante una o dos ventanas de transferencias.

En enero también se contempló que el de Cantabria saliese cedido a algún equipo de LaLiga Santander, pero ni se cerró ningún tipo de acuerdo ni clubes asequibles y que encajasen bien con el estilo y las pretensiones de Torre llamaron a la puerta en Can Barça. Ahora, el jugador afronta la segunda vuelta de la temporada envuelto en un mar de dudas y de circunstancias dubitativas, entre el primer y segundo equipo y con un futuro en el que una cesión parece ser el destino ya marcado de Pablo Torre para la temporada 2023/24.